martes, 14 de julio de 2009

PASAR EL PUNTO SIN RETORNO

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque, cuando haya resistido
la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12

El mensaje del texto de hoy es para ti. Quizá te sientas desventurado por todas las tentaciones y pruebas que tienes que afrontar. ¿Qué es la tentación? ¿De qué está hablando aquí Santiago? Tentación es sinónimo de prueba. Es decir, cualquier situación que ponga a prueba la fe o el carácter. Peirasmós, la palabra griega que se traduce como "tentación", también incluye aflicciones como las enfermedades, la pobreza o las calamidades, y también, por supuesto, la insinuación directa del pecado. Nuestro texto de hoy hace hincapié en la bendición que acompaña a una resistencia firme y que capacita a una persona para salir ilesa de sus pruebas (véase Comentario bíblico adventista, t. 7, p. 525).
De modo que las tentaciones no siempre son incitaciones a violar la ley de Dios, sino a dejar la lucha, abandonar el camino, ceder al desaliento y desconfiar de Dios. El cristiano sufre con frecuencia ese tipo de tentaciones. El apóstol dice que si soporta la tentación y resiste la prueba es «bienaventurado», es decir, dichoso y feliz.
Quizá estés siendo probado. Quizá tu fe está bajo el fuego de la tentación. ¿Pobreza, quizá? ¿Problemas en el trabajo? ¿Salud quebrantada? ¿Problemas en el hogar, en la familia, en el matrimonio? Muchos cristianos fieles luchan con muchos problemas en la vida familiar. Los problemas no siempre son culpa nuestra. Muchos sufren profundo dolor por problemas que no provocaron y que no pueden comprender, y menos aún resolver. Nuestro texto de hoy dice que quien resiste esta «prueba», es «bienaventurado».
Luego añade el hermano del Señor: «Porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida». Vale la pena resistir la prueba, soportar la tentación. El cristiano que es tentado y vence la tentación se puede comparar con el oro que pasa por el crisol y sale mejor de lo que estaba antes. El cristiano victorioso en las pruebas es una honra para Dios y un testimonio para los demás. Vale la pena resistir la tentación. Vale la pena sufrir lo que sea necesario para salir victoriosos en la lucha de la fe cristiana.
No debemos olvidar que la recompensa de los que soportan la tentación y resisten la prueba es la «corona de la vida». Es decir, la corona que es vida o la contiene. La vida eterna será recompensa de la paciencia fiel en medio de los problemas de la vida. Este don de la vida eterna es la corona o don supremo de todas las dádivas.
Pide hoy a Dios que te dé su gracia para soportar las tentaciones y resistir las pruebas.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos

No hay comentarios:

Publicar un comentario