miércoles, 26 de agosto de 2009

RODEOS

Llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él está mi salmo 119: 35

¿Tú y tu familia fueron de vacaciones el verano pasado? La mayor parte del tiempo, la gente tiene pensado un destino como Disney World, Yellowstone o Washington DC. Pero siempre es divertido dar un rodeo en el camino para rom­per la monotonía, en particular si el viaje es largo. Si vivieras en Chicago y quisieses ir a Branson, Misuri, es muy probable que tu familia tomase principalmente la autopista 55. Pero es posible que diesen un rodeo para ir a St. Louis Arch, 3ABN o Six Flags Over Mid-America. Después de haber subido al arco, dado una vuelta por las instalaciones de 3ABN o cabalgado en Six Flags, volverían a la autopista 55 y continuarían su viaje a Branson. Los rodeos están bien cuando estás de vacaciones, pero pueden ser un verdadero problema para quienes estamos haciendo el viaje increíble. Nuestro objetivo es seguir a Jesús y evitar cualquier cosa que nos aparte de él. Pero es fácil salirse del camino y alejarse de Dios. Satanás dice: «¿A que sería divertido probar un poco de las diversiones que te esperan de camino hacia mi dirección? Ser cristiano debe ser duro. Necesitas una pausa de vez en cuando. Mira, deja la senda recta y estrecha por un tiempo. Diviértete un poco. Siempre podrás volver al camino y continuar el viaje». Si no nos andamos con cuidado, escucharemos esta sugerencia y nos desviaremos para dar un rodeo por el pecado. Algunos se desvían y nunca más regresan. Otros toman un atajo durante un tiempo y luego se dan cuenta de que no valía la pena. Muchos de los que se van, luchan durante años para encontrar el camino de vuelta. Jesús quiere que lo sigamos toda la vida. Cuando mantengamos los ojos puestos en él, él nos guiará al cielo y nos ayudará a no salimos del camino.

Tomado de la Matutina El viaje Increíble.

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