lunes, 7 de febrero de 2011

A CUALQUIER HORA

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Lucas 18:7,8.

Los buenos amigos están presentes en todo momento, y no anteponen problemas de horarios o condiciones cuando se los necesita; simplemente están. Una noche después de las 11:00 de la noche, mientras trabajaba en mi computadora, de repente esta comenzó a hacer un ruido extraño y al instante la pantalla se puso roja. Al reiniciarla, me decía que no tenía disco duro, el lugar donde se almacena toda la información. ¡Yo no podía creer lo que leía! Todo el esfuerzo y el trabajo de mucho tiempo parecía perdido por causa de un virus. No sabía cómo resolver el problema, miré la hora, y aun-que ya era bastante tarde llamé a Juan, un compañero de estudio. No pretendía que viniera en el momento, pero así lo hizo. Tomó su pequeña bicicleta motorizada, y llegó a mi casa con una caja de disquetes y un antivirus para solucionar el inconveniente. Un virus "troyano" me había llegado a través del disquete de un conocido y por medio de varias maniobras que duraron más de una hora, mi amigo logró desalojarlo y dejar mi máquina limpia de virus.
¡Qué bueno es tener amigos que no miran el reloj para serlo! Y entre todos los amigos que podamos tener, está Jesús, el Amigo de los amigos, que tampoco mira el reloj para venir en nuestra ayuda y solucionarnos los problemas que tenemos. Ese gran Amigo representó fielmente el carácter de su Padre y nos aseguró que el auxilio siempre estará presto para "sus escogidos que claman a él día y noche".
Es posible que en este momento estés viviendo un gran problema, quizá no tengas dinero para algún proyecto personal, o quizá no estás teniendo el éxito que deseas en los estudios. Tal vez no consigues conquistar a la persona que te gusta o simplemente te encuentras solo y no tienes amigos en quien confiar.
No te preocupes, ese gran Amigo, nuestro buen Jesús, no tiene horarios ni impedimentos para ayudarnos. Ese gran Amigo está dispuesto a cualquier hora para ser nuestro socorro y traernos justicia, porque nos considera "sus escogidos". Ese gran Amigo te ama con todo su corazón, y lo demostró entregándose para morir en tu lugar y en el mío. Por eso, no dudes nunca en recurrir a él; te está esperando y quiere darte una solución.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario