domingo, 20 de marzo de 2011

DECISIONES DE VIDA O DE MUERTE

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12.

Hay decisiones que dejan una huella en la existencia. Elegir a la persona que será tu cónyuge, traer un hijo al mundo, y la carrera que se escoge, alterarán tu vida durante muchos años. Si elegiste bien, serás una persona dichosa y feliz; si elegiste mal, tendrás que sobreponerte a las malas consecuencias.
¿Qué sucedería si tuvieras que elegir entre tu pareja y la vida eterna? ¿Qué elegirías? En la teoría, y si no hay alguien a quien se ama de todo corazón, es fácil decir "la vida eterna", pero cuando el amor ya alcanzó cierta profundidad, no resulta tan sencilla la decisión.
Eso le pasó a la primera pareja. Adán y Eva se conocieron y casaron cuando todavía no había entrado el pecado al mundo. Sus sentimientos, su amor y su alegría eran frutos de la inocencia y la santidad que poseían. Todo lo que hacían y decían revelaba al Creador, y en todo momento sus actividades honraban a quien les había dado la vida.
Si bien tenían instrucciones precisas sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal, Eva se aventuró a coquetear con el peligro. Sin tener una respuesta satisfactoria sobre por qué Dios les había prohibido el consumo de ese fruto, la serpiente pareció adivinar sus pensamientos e inició el diálogo. Poco a poco Eva fue perdiendo la confianza en las palabras de Dios y creyendo el engaño con mezcla de verdad que le ofrecía Satanás. Entonces comió del fruto prohibido.
Cuando Adán la vio llegar con el fruto en la mano, le dolió haber dejado sola a su esposa. Ella repitió el engaño que había escuchado de la serpiente, pero no logró convencer a su marido. El dilema para Adán no era creerle a Dios o creerle a la serpiente, sino obedecer a Dios o seguir el destino de "su" Eva. "Adán había gozado el compañerismo de Dios y de los santos ángeles. Había contemplado la gloria del Creador. Comprendía el elevado destino que aguardaba a la raza humana si los hombres permanecían fieles a Dios. Sin embargo, se olvidó de todas estas bendiciones ante el temor de perder el don que apreciaba más que todos los demás. El amor, la gratitud y la lealtad al Creador, todo fue sofocado por amor a Eva" (Patriarcas y profetas, p. 40, la cursiva ha sido añadida).
Adán se equivocó, y decidió perder la inmortalidad por el amor de su vida. Si te tocara elegir a ti, ¿qué decisión tomarías? Hoy tienes la posibilidad de consagrarte nuevamente a Jesús, así que entrégale tu corazón sin reservas para que nada en este mundo te aparte de sus caminos; ruégale para que el amor de tu vida contribuya a tu salvación y no sea el instrumento para alejarte de la vida eterna.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

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