martes, 15 de marzo de 2011

MIRADAS ASESINAS

Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 2 Samuel 11:2.

Uno de los episodios más tristes de la vida de David fue el pecado de adulterio y homicidio que cometió mientras era rey en Israel. Su gobierno, que hasta ese momento gozaba de una creciente prosperidad, había comenzado una guerra contra los amonitas, pero el rey, en vez de acompañar a su ejército, decidió quedarse en Jerusalén.
Luego de haber dormido una siesta, David se encontraba ocioso y sin mucho que hacer, y al pasear por la terraza de su palacio, vio a Betsabé, "la cual era muy hermosa", "que se estaba bañando". Seducido por su belleza, envió mensajeros para que la trajeran al palacio, y allí tuvo relaciones con ella. Al saber luego que estaba encinta, intentó que su esposo pasara la noche con Betsabé para que el asunto no se supiera, pero como este se negó, ordenó que lo abandonaran en el campo de batalla.
Este incidente nunca se hubiera sabido sin la intervención divina, ya que el profeta Natán denunció el pecado de David y la sentencia que provino de Dios. A modo de ejemplo, las Escrituras narran la historia para que los cristianos nos cuidemos de no caer en el mismo error que cayó el rey israelita.
En nuestros días predominan los medios visuales. Se ha hecho un culto a la imagen, y la televisión, el cine, Internet, las cámaras ocultas y hasta los teléfonos celulares transmiten imágenes para los que desean ver. Los medios de comunicación usados por Satanás se prestan para compartir imágenes que deforman y destruyen la inocencia de quienes se aventuran a mirar. "Pulsando el control remoto, tendidos en el sofá, se ven novelas y seriales llenas de conflictos y dramas inimaginables; se puede ingresar a la alcoba de una pareja para observar su vida íntima, viajar por el espacio en una nave del siglo XXI, ver las cosas más insólitas y exóticas, con la vivida sensación de lo real" (La posmodernidad desde la perspectiva profética, M. Pereyra y E. Espinosa, p. 33).
Este capítulo triste que vivió David nunca hubiera ocurrido si él no hubiera "visto". El hecho de mirar a una mujer que no era su esposa le acarreó consecuencias que lamentó durante el resto de su vida. También hoy existen miradas asesinas, miradas que arruinan, que manchan y que destruyen la vida espiritual de quien las da. Por eso, para resistir la tentación de mirar lo prohibido, acude al Señor del cielo que está siempre presto para rescatar del pecado al más humilde de sus hijos.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

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