martes, 26 de abril de 2011

EL MEJOR EJEMPLO

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os vosotros también hagáis. Juan 13:15.

En lo que va de este mes hemos considerado varios recursos que pueden contribuir a nuestro crecimiento espiritual. Pero ¿hasta dónde es posible crecer? ¿Cuál es el ideal al que podemos aspirar los cristianos? La respuesta es obvia: Jesús. Él es el gran Modelo, es la meta máxima de crecimiento, es el objetivo que todo cristiano debería tener y procurar alcanzar.
Su santidad reflejada en las páginas de la Biblia supera por lejos los conceptos mundanos de santidad. Usualmente se le da el nombre de "santo" a una imagen dentro de un templo católico, o a hombres y mujeres que murieron y que la misma iglesia canonice como "santos". A veces se le aplica este adjetivo al chico más callado y "bueno" del aula donde estudias.
En el caso de Jesús, las Escrituras le dan el significado más estricto de la palabra "santo", porque a lo largo de sus 33 años de vida en esta tierra nunca peco (Heb. 4:15). Sus pensamientos, sus deseos, sus palabras y su vida siempre estuvieron en armonía completa con la voluntad de su Padre. No hubo tentación, no hubo provocación, no existió una invitación a la que Jesús accediera para alejarse siquiera un ápice de la ley divina. Su vida es el ejemplo máximo de santidad y al que todo cristiano debe aspirar en su crecimiento espiritual.
Jesús deseaba que la iglesia que estaba naciendo con el liderazgo de sus apóstoles no fuera a errar el blanco, por eso les señalo la meta del siguiente modo: "Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".
Pedro debía dejar de ser impetuoso y confiado en sí mismo, y debía aprender a confiar en Jesús; Tomas debía dejar la incredulidad que lo dominaba y aprender a creer plenamente en las promesas de su Maestro; Santiago y Juan debían dejar de ser "hijos del trueno" para comenzar a ser "hijos del Altísimo". Cada discípulo debía compararse con el gran "Yo Soy" y de él aprender a vivir.
¿Con quién te comparas en tu crecimiento espiritual? ¿Quieres ser como el pastor de tu iglesia? ¿Como alguno de tus padres? ¿Deseas ser como algún anciano al que admiras por su vida religiosa? Todos ellos pueden ser muy buenos referentes, pero para que ellos sean grandes cristianos, deben mirar a Jesús, el Modelo perfecto de crecimiento espiritual. No te equivoques, deja que Jesús dirija tu vida, y tu vida espiritual crecerá día a día.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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