martes, 13 de septiembre de 2011

FIN DE MUERTE

Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. Proverbios 16:25.

La vida está llena de caminos. Muchos, por todos los lados: caminos mentirosos, engañadores, seductores; caminos que te susurran a los oídos: "Hola, ven conmigo, yo te llevo donde quieres llegar".
Uno de esos caminos es el placer. Te ofrece maravillas, pero te cobra caro; no le creas. Por otro lado, no temas al placer; el placer tiene un lugar en la vida: a fin de cuentas, es resultado de los sentidos, y los sentidos fueron colocados en tu cuerpo por el Creador. Uno de los propósitos de los sentidos es proporcionarte placer. Y, si fue Dios quien colocó la fuente del placer en ti, no debe ser peligroso ni pecaminoso, como parece.
El problema es la búsqueda del placer por el placer en sí mismo; la obsesión por el placer, despojado del temor de Dios. Por lo tanto, cuando el placer toque a la puerta de tu corazón y no venga acompañado del temor de Dios, no le hagas caso: su fin será la muerte.
El único y el verdadero Camino es Jesús. Cuando él estuvo en la tierra, declaró a sus discípulos: "Yo soy el Camino"; Camino con mayúscula. No existe otro que te conduzca a la vida; buscar la felicidad siguiendo cualquier otro camino es buscar la muerte.
Pero, cierto día, un joven me preguntaba: "¿De qué forma Jesús es el camino?" Y he comprobado que muchas personas, en el mundo, no entienden la manera en que Jesús las conduce a la vida; algunas, incluso, buscan formas místicas de seguir a Jesús. Pero, Jesús es práctico, y sus enseñanzas también lo son. El modo en que desea llevarte a la vida es por medio de su Palabra: cada vez que abres la Biblia, el Señor se comunica contigo y te muestra el camino que debes transitar. Obedecer a su Palabra es andar en el camino.
Desdichadamente, vivimos en días en que cada uno desea ser su propio camino; cada uno piensa que sabe lo que es bueno para sí. El resultado es que la carretera de la vida está colmada de cuerpos sangrando, agonizando... esperando el momento final de una existencia sin sentido.
Haz de este un día de retorno a la Palabra de Dios. Consulta las enseñanzas divinas antes de tomar una decisión. No te atrevas a vivir solo, porque "hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

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