martes, 27 de septiembre de 2011

LA ORACIÓN DE RODILLAS

Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Salmo 95:6.

Como dijimos hace unos días, la Biblia no presenta un "reglamento" para la oración, más bien presenta las oraciones de hombres y mujeres de fe a fin de que imitemos su conducta.
Algunos de esos ejemplos tienen que ver con la postura en el momento de orar. Es verdad que se puede orar en cualquier ocasión y posición corporal, pero algunas oraciones de Moisés, Esdras, Jesús y Pablo fueron hechas postrados, o como diríamos hoy, de rodillas.
Quizás a esta altura te preguntes: "¿Influye en algo la posición de mi cuerpo?" Considéralo desde este punto de vista. Con un amigo puedes conversar mientras caminas, vas al colegio, esperas en una parada de ómnibus o tomas sol en una playa. Con un amigo puedes charlar casi en cualquier posición corporal. Jamás conversarás de rodillas mientras él permanece en pie.
La posición de rodillas expresa un acto de entrega, sumisión y respeto. Implica que quien está parado o sentado es superior a quien está de rodillas, y por eso con un amigo jamás conversarás así.
Cuando nosotros oramos de rodillas, estamos reconociendo la superioridad de Dios sobre la raza humana; expresamos con nuestro cuerpo quién es el Creador y quién la criatura, quién es el adorador y quien el Adorado. Además, orar de rodillas implica que hay una diferencia entre conversar con Dios y con cualquier persona. Aunque el Señor siempre sigue siendo nuestro Amigo.
En este día que comienza, tu Creador te está dando la vida. Hoy tienes la posibilidad de hacer un montón de cosas que te gustan. Pero no lo inicies sin antes elevar una oración de rodillas, para agradecerle porque es tu Creador y Sustentador, el Ser que hace latir a cada instante tu corazón. Hoy puede ser un día diferente, si lo inicias de rodillas ante Dios. Luego, durante el día, si las circunstancias te impiden arrodillarte, al menos eleva tus pensamientos al Señor que siempre te escucha.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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