sábado, 8 de octubre de 2011

EL QUINTO MANDAMIENTO

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. Éxodo 20:12.

Si bien en el inicio de este devocional dedicamos un mes para hablar de la relación familiar y vimos algunos aspectos bíblicos que ayudan a la cariñosa convivencia entre padres e hijos, nuevamente es oportuno hablar del deber que las Escrituras colocan sobre los hombros de cada uno de los hijos que tiene a sus padres con vida.
¿Te has preguntado más de una vez qué significa este mandamiento? ¿Cómo puedes honrar a tu padre y a tu madre?
Cuando yo aún era un niño, mi madre solía despedirme en la puerta de la escuela con estas palabras: "Honra a tu padre y a tu madre". Aunque entonces yo no tenía conocimiento teológico, bien sabía que esas palabras estaban vinculadas con los otros nueve mandamientos, atadas al bien y a la verdad.
La Biblia les habla particularmente a los jóvenes. Y ella nos enseña qué significa honrar a nuestros progenitores. Escucha: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento (Ecles. 12:1).
"Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia... Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad (Ecl. 11:9, 10).
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en las tablas de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Prov. 3:1-6).
"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre... Hijo mío, si los pecadores te quisieran engañar, no consientas" (Prov. 1:7, 8, 10).
Si alguna vez tienes dudas acerca de lo que significa el quinto mandamiento, repasa estos textos bíblicos bajo la iluminación del Espíritu Santo. Nunca olvides que este mandamiento es el único con promesa, para esta vida y la venidera.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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