miércoles, 5 de octubre de 2011

SIN IMÁGENES

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás. Éxodo 20:4, 5.

Para muchas personas, incluso en el presente, parece algo irracional adorar a "alguien" sin tener una imagen visible. Pero más allá de lo que parezca irracional, el segundo mandamiento de la Biblia manda a los hombres a no hacerse ningún tipo de imagen ni adorarla.
En nuestros días, muchos adventistas consideran que este mandamiento no se aplica a ellos. Culturalmente, todos los cristianos de la línea protestante nunca aceptaron la adoración de imágenes, pero el enemigo de las almas se las ingenió para atrapar a los hijos de Dios con imágenes atractivas.
Para muchos, las imágenes que provee la televisión son tan fascinantes y seductoras como la imagen de Baal para los israelitas. Ellas son las que dictan las modas, las que promueven diversión y las que proporcionan la música de "onda". Las imágenes del cine, la televisión, y ahora la Internet, llegan a ser tan adictivas que no se siente el paso de las horas de un día. El tiempo se malgasta, la mente no razona y la persona es convertida en un autómata de las imágenes que llenan su mente y su imaginación.
Hoy, la Internet es el vehículo que provee las imágenes que ocupan el primer lugar en el corazón de muchos. Esta fuente de información, de cultura y entretenimiento, forma parte de las actividades cotidianas de cada día y no se puede prescindir de ella. Esclavos de las imágenes, necesitan una computadora, estén donde estén, y tienen que ver y oír lo que la gran red les proporciona.
El cine también presenta las imágenes atractivas que mueven a millones hasta sus butacas para entretener y transmitir sus mensajes. Como verdaderos feligreses en un salón de culto, hombres y mujeres dan su ofrenda (pagan la entrada), son reverentes (guardan silencio), escuchan el mensaje (observan atentos la película), y luego hacen actividad misionera (cuentan lo que vieron a compañeros de trabajo y amigos).
Sí, Satanás cambió su estrategia, y ya no presenta dioses retratados en imágenes, sino que presenta imágenes que toman la forma de un dios en el corazón. Pero aunque el enemigo haya cambiado la estrategia, la demanda divina permanece inalterable a lo largo de su Palabra.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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