domingo, 11 de diciembre de 2011

DIOSES

Se acercaron entonces a Aarón y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Éxodo 32:1.

Habían pasado algunos días desde que Moisés subiera al Monte Sinaí, para encontrarse con Dios. El pueblo, cansado de esperar, buscó a Aarón y le dijo que, tal vez, Moisés no volvería más, y sería mejor buscar otros dioses.
¿Ya te pusiste a reflexionar sobre la fragilidad de las promesas humanas? Aquel pueblo había prometido a Moisés que estaría allí, esperando a que él regresara con el mensaje de Dios. Habían sido los hijos de Israel quienes pidieron a Moisés que lo que Dios quisiera decirles se lo dijese a él, porque ellos tenían miedo de oír la voz del Señor. Y ahora, transcurridos pocos días, el pueblo no solo se había olvidado de su promesa, sino también buscaba otros dioses.
El otro día, me encontré con una persona que durante años había sido fiel a Dios y había predicado el evangelio. Hoy, no cree más en un dios personal, sino en un dios como energía, que se manifiesta en muchas formas.
Le pregunté por qué había perdido la fe en Dios. Y su respuesta me hizo recordar al pueblo de Israel: "Esperé mucho tiempo", me dijo, "pero Dios no me respondía. Busqué, entonces, la meditación trascendental, y descubrí que no necesito de un Dios exterior: la energía vital está dentro de mí, y a eso, si quiero, puedo llamarlo dios".
¿Hace cuanto tiempo tienes la impresión de que Dios no atiende a tus oraciones? ¿Cuánto tiempo más lo esperarás? ¿Buscarás otros dioses, pensando "no sé qué le aconteció a Moisés"?
Hoy puede ser un día para fundamentar tu confianza en el Dios invisible, Creador del cielo y de la tierra. No busques la fuerza de las cosas creadas: busca al Creador; deposita tu confianza en él. Cuando pienses que está demorando en responderte, él está preparándote para lograr conquistas más grandes. Pero, para no buscar otros dioses, necesitas alimentar tu fe mediante la oración y el estudio de la Biblia. Si no lo haces, en poco tiempo acabarás fabricando amuletos, que satisfarán tu curiosidad pero no la sed del alma, que solo Dios puede calmar.
Enfrenta la batalla de este nuevo día. Pero, recuerda: "Se acercaron entonces a Aarón y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

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