sábado, 31 de diciembre de 2011

POR SIEMPRE CON JESÚS

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para dar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:12.

A lo largo de este año, Dios nos ha permitido analizar diversos aspectos de la vida juvenil, de acuerdo con lo que él enseña en su Palabra. Fue así como, con el propósito de ayudarte a crecer en todas las áreas de tu vida, abordé doce temas diferentes en el transcurso del año.
Y como ocurre en las empresas al final de cada año, es bueno que tú también te analices y hagas un balance para ver cuánto has crecido en este año. Espero que hayas alcanzado el éxito en tu vida estudiantil, y deseo que tu vida sentimental y social también te haya traído una gran alegría.
¿Cómo te has relacionado con tus padres? ¿Tienes una feliz convivencia con ellos? ¿Eres un hijo obediente, o prefieres seguir tu propia voluntad? ¿Y cómo ha sido tu relación con tus hermanos? ¿Les has demostrado que los quieres?
En la primera lectura devocional de este año te planteé un objetivo que nos transmiten las Escrituras: ser como Jesús. ¿Lo lograste con su ayuda? ¿Creciste espiritualmente al librarte de esos rasgos de carácter que la Biblia condena? ¿Dedicaste tiempo a la oración y al estudio de la Palabra, o tuvieron el estudio, el trabajo y la recreación un lugar más importante que tus metas espirituales? ¿Puedes decir con alegría, al finalizar este año, que eres más cristiano que en el mes de enero?
Querido joven, querida señorita: el gran propósito de este libro fue lograr que en tu vida espiritual crezcas tanto, que al pasar tu nombre por el juicio celestial, seas hallado digno de vivir por siempre con Jesús. Recuerda que la Biblia, la iglesia, la oración y la lectura de libros religiosos como este, solo son canales para animarte a valorar el cielo, pero ninguno de ellos será efectivo si tú no decides darle a Cristo tu corazón.
No sé cuánto tiempo nos queda en este mundo, no sé como será tu vida el próximo año y hasta que Jesús regrese; lo que sí sé es que Cristo vendrá "para recompensar a cada uno según sea su obra". Tengo la certeza de que si le entregas tu corazón a Jesús, al fin recibirás la vida eterna, porque aunque este mundo te circunde con el pecado, ¡con Jesús el éxito está asegurado!

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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