sábado, 5 de mayo de 2012

¿TÚ QUÉ PEDIRÍAS?


Si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5: 14

¿Qué le pedirías a Dios si, al igual que a Salomón, te dijera: «Pídeme lo que quieras» (1 Rey. 3:5)?
¡Vaya situación! Es como recibir un cheque en blanco, mientras Dios nos dice: «¡Escribe tú la cantidad!». Ya conocemos lo que pidió Salomón: «Un corazón atento para gobernar [.,.] y para distinguir entre lo bueno y lo malo» (1 Rey. 3:9), A Dios le agradó tanto este pedido que le concedió a Salomón lo que pidió (sabiduría) y lo que no pidió: (inteligencia y riquezas). ¿Por qué agradó tanto al Padre celestial el pedido de Salomón? Porque pidió «conforme a su voluntad».
Esto me recuerda la historia de dos jovencitos que fueron a un campamento y, como estaban aburridos, decidieron hacer algunas travesuras. Primero fueron al río y cada uno «bautizó» al otro. Después decidieron orar, pero no cualquier oración: pidieron que la primera persona que tocara el pasamanos de las escaleras cayera muerta en el acto.
Después se escondieron para ver quién sería la víctima. Pero ocurrió algo que no imaginaron. ¡Por las escaleras comenzó a bajar una ancianita muy querida por ellos! Alarmados, salieron de su escondite gritando: «¡No toque el pasamanos! ¡Aléjese de allí!». Sin entender la extraña conducta de los dos jovencitos, la anciana los miró, se apoyó en el pasamanos y bajó tranquilamente los escalones. Aterrorizados, los muchachos pensaron que la anciana caería muerta en cualquier momento; pero ella bajó sin problemas y se perdió de vista. Y allí quedaron dos jovencitos perplejos, que no entendían por qué su oración no había sido contestada (Richard Coffen, Ministry [Ministerio Adventista], octubre de 2002, p. 8).
Por supuesto, no es la voluntad de Dios matar a nadie en respuesta a tus oraciones. En cambio, es su voluntad darte lo que más te conviene. Él quiere que te desarrolles plenamente como persona, que escojas la carrera universitaria que mejor se adapte a tus capacidades, que te cases con la persona idónea... etc. Todo esto y más, siempre que ores de acuerdo a su voluntad y actúes conforme a los principios de su Santa Palabra. Entonces, al igual que a Salomón, Dios te dará lo que pidas y lo que un pidas también, «conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús» (Fil. 4:19).
Padre celestial, cúmplase tu voluntad en mi vida, hoy siempre.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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