martes, 5 de junio de 2012

COCIENDO HABAS


Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. (1 Pedro 4:16).

El dicho popular «en todas partes se cuecen habas» se refiere a que, donde menos lo esperamos, encontramos situaciones y actitudes extrañas o negativas. Es indudable que las familias «perfectas» no existen, si bien es cierto que algunas están en una constante búsqueda de mejoras que les provean bienestar y comodidad a sus miembros. En ese proceso de cambio y de superación, algunas prosperan y se hacen más fuertes, mientras que otras se desmoronan y se desintegran frente a las dificultades y los problemas.
La dinámica familiar requiere el esfuerzo de cada uno de sus miembros, así como el apoyo mutuo en los momentos en que surgen crisis inesperadas, en los que se requiere capacidad para generar estrategias de supervivencia. Quizá algunas de las situaciones más difíciles de superar son las enfermedades, las adicciones, la muerte repentina o el divorcio.  Cualquiera de estas situaciones puede generar sentimientos e derrota y de culpa, al considerar que la pérdida es irreparable.
La buena noticia es que las familias pueden salir de cualquier dificultad fortalecidas y enriquecidas si ponen en práctica las siguientes recomendaciones:

  • Confiar en Dios, porque «él cuida de nosotros» (1 Ped. 5:7).
  • Mantener una buena comunicación en el medio familiar.
  • Reparar y fortalecer los lazos de amor entre los miembros de la familia.
  • Conversar y orar unos por otros.
  • Buscar ayuda profesional.
  • No dar cabida a los comentarios y chismes que se hacen entorno a nuestro sufrimiento.

Hermana, debemos agradecer a Dios por su amorosa ayuda. ¡El Señor promete fortalecernos para enfrentar cualquier prueba!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Erna Alvarado de Gómez

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