lunes, 3 de diciembre de 2012

YO CONOZCO TUS OBRAS


Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos. (Apocalipsis 2:2).

«Yo conozco muy bien tu vida» es una expresión muy usual cuando hay un conflicto o queremos sacar ventaja de nuestras relaciones interpersonales. Claro que siempre hay personas que nos conocen lo suficiente para decir eso, cuanto más aquel que todo lo ve y todo lo conoce.
En el mensaje a las siete iglesias leemos:

  • Yo conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sé que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a todos aquellos que dicen ser cristianos y no lo son.
  • Yo conozco tus sufrimientos y tu pobreza, ¡sin embargo, eres rico! Sé cómo te calumnian los que dicen ser cristianos, pero en realidad son una sinagoga de Satanás.
  • Yo sé dónde vives: donde Satanás tiene su trono, sin embargo, sigues fiel a mi nombre. No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días más difíciles.
  • Yo conozco tus obras, tu amor y tu fe, tu servicio y tu perseverancia, y sé que tus últimas obras son más abundantes que las primeras. Sin embargo, toleras a los que pervierten la verdad.
  • Yo conozco tus obras; tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto. ¡Despierta! Revive lo que aún es rescatable, pues no he encontrado que tus obras sean perfectas delante de mí, dice el Señor.
  • Yo conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi Palabra y no has renegado de mi nombre.
  • Yo conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente, ojalá fueras lo uno o lo otro, porque si no, te vomitare de mi boca.

¿Cuáles son tus obras? Sean cuales fueren, no hay por qué temer, ya que aquel que nos conoce es nuestro hermano mayor, nuestro abogado, nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, defensor y consolador.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Digna Elvira

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