sábado, 6 de febrero de 2010

EL ORIGEN DE NUESTRA MALDAD II

Tan solo he hallado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al género humano, pero este se ha buscado demasiadas complicaciones (Eclesiastés 7: 29).
¿Por qué lucifer se rebeló contra dios? Dice la Biblia que su pecado tuvo su raíz en el orgullo y el envanecimiento: «No debe ser un recién convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo» (1 Tim. 3: 6). Este orgullo lo llevó lentamente a desafiar a Dios.
Pero esta rebelión no se detuvo allí. Cuando Dios creó a nuestros primeros padres, estos fueron también dotados de libre albedrío, como seres inteligentes que fueron creados a imagen de Dios. Todo ser en el universo de Dios que ha recibido libre albedrío debe pasar la prueba. Adán y Eva fueron sometidos a esta prueba, y el relato bíblico dice que no la pasaron (Gen. 3: 1-5). Desobe¬decieron un mandamiento expreso de Dios, y se unieron a la rebelión de Lucifer. Como resultado, la descendencia humana llegó a ser rebelde y pecadora.
Pero como en el caso de Lucifer y sus ángeles, no había falla en Dios, sino en las decisiones de las criaturas. Antes de la calda, la Palabra de Dios describe a los seres humanos como perfectos y rectos (Ecles. 7: 29); creados a la imagen de Dios (Gen. 1:26, 27); parte de una creación que se dijo que era muy buena (Gen. 1: 31); llenos de gloria y de honra (Sal. 8: 5).
Sin embargo, después de la caída, la humanidad se degeneró rápidamente. El odio la llevó al asesinato (Gen. 4: 8); luego al adulterio (Gen. 4: 19); hasta el punto que todo pensamiento era de continuo al mal (Gen. 6: 5). Pablo resume esa historia tenebrosa con las palabras: «No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!» (Rom. 3: 10-12). El mal fincó sus trincheras en el ámbito de la humanidad. Como seres humanos llegamos a estar en rebelión contra Dios. Pero a Dios no lo tomó por sorpresa. Él tenía un plan preparado para enfrentar el desafío de la rebelión con justicia y equidad.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

viernes, 5 de febrero de 2010

LA PERSPECTIVA DEL CESTO DE LA ROPA

Entonces invocarás, y te oirá Jebová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad (Isaías 58:9).

Es divertido ver cómo nuestras actividades diarias pueden formar una perspectiva en los aspectos más importantes de la vida. Por ejemplo: la mayoría de las personas tiene cestos donde ponen la ropa sucia hasta el día de lavado, y el día de lavado se determina por la cantidad de ropa que hay en el cesto. Es difícil encontrar a alguien que lave cada vez que hay una sola prenda de ropa en el cesto. Se suele esperar hasta que haya, por lo menos, una tanda completa de ropa sucia. A menudo se utiliza la misma táctica al enfrentar los problemas: se busca la solución solo cuando los desafíos se han acumulado hasta el punto de rebalsar. Esta clase de personas piensa que no es necesario enfrentar los pequeños desafíos. Este puede ser un comportamiento aprendido, ya que los adultos a menudo reprenden a los niños diciéndoles: "Llámame solo si es importante, cuando sea una emergencia". ¿Es de extrañar, entonces, que nos acerquemos a Dios de la misma manera? Oramos únicamente cuando el problema ya es demasiado grande y no lo podemos solucionar, o pensamos que debemos ordenar las cosas y presentárselas de manera organizada. Este es el plan del demonio, quien entiende claramente que en el momento de desesperación estamos demasiado abrumadas para orar. Él sabe que cuanto más tratamos de arreglar nuestras dificultades por nosotras mismas, peor las dejamos. Perdemos el placer de una vida sin estrés, pensando en Dios como en un servicio de emergencias. Sin embargo Dios ya conoce todo lo que pasa por nuestra mente y está ansioso de que lo compartamos con él. Él conoce nuestras alegrías y nuestros dolores. Elena de White expresa: "Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarlo ni cansarlo [...] Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos [...] Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note" (El camino a Cristo, p. 100). Que tu vida sea de oración continua, compartiendo con Jesús cualquier detalle que surja. Llámalo ahora, él te está esperando.

Patrice Williams-Gordon
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

ACCIONES QUE BENEFICIAN

Pero Rut respondió: «¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!». Rut 1:16,17.

Generalmente, las palabras de este versículo se utilizan para los mensajes en las bodas. Pero podría usarse mejor en la presentación de niños, pues Rut las dijo el día que le pidió a Noemí aceptarla como hija. Rut declaró que quería compartir su vida bajo las creencias y el destino de Noemí. El libro de Rut es un hermoso relato de lo que significa la redención. La narración comienza con el registro de una hambruna, por lo que la familia de Noemí, su esposo Elimelec y sus hijos Mahlón y Quelión, tuvieron que dejar Belén, cuyo significado es «casa del pan», para «desandar» el camino de la libertad de su pueblo. Recuerda que al salir de Egipto, el pueblo de Israel pasó por Moab antes de cruzar el Jordán para conquistar Canaán.
Parecía que Noemí permanecería en Moab, pues sus hijos se casaron y murieron allí. También murió su esposo. Ahora solamente le quedaban sus nueras Orfa y Rut, así que decidió invitarlas a que rehicieran sus vidas en Moab mientras ella regresaba a Belén. Es posible que Noemí haya pensado: «Por lo menos yo seré sepultada en mi tierra». Orfa aceptó la propuesta de su suegra, pero Rut, con las palabras firmes del texto de hoy, decidió ir a vivir a territorio hebreo con su nueva madre.
¿Cuánto valían dos viudas? Traían sus «activos» por los suelos, en total bancarrota. «Hubo gran conmoción en todo el pueblo a causa de ellas» (Rut 1: 19). Pero el rumbo de la gráfica de su caída cambió para Noemí. El registro dice: «Llegó Booz desde Belén». Y las acciones de estas viudas comen¬zaron a subir como la espuma. Noemí llegó a ser la tatarabuela del gran rey David, y Rut, la bisabuela.

«No perdamos nunca de vista el hecho de que Jesús es un manantial de gozo. No se deleita en la miseria de los seres humanos, sino en verlos felices». MJ 35

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

EL ORIGEN DE NUESTRA MALDAD

Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira! (Juan 8: 44).

Al pensar que el ser humano es pecaminoso y está hundido en el mal, surge la pregunta: ¿Por qué esta maldad? Como estudiantes de la Biblia tenemos una mejor comprensión de este problema. De otro modo estaríamos en tinieblas, como lo están los que no la tienen.
Sabemos que en algún punto de la eternidad, ciertos ángeles se rebelaron contra Dios. Pero, ¿cómo es posible que los ángeles se rebelaran contra Dios, siendo, como eran, seres perfectos que habitaban en condiciones perfectas? No es fácil responder esta pregunta. Cuando se trata de explicar el origen del mal, se cae frecuentemente en ideas que lo justifican. Pero si queremos intentar una explicación, parecería que el mal tuvo su razón de ser en el libre albedrío con que Dios dotó a sus criaturas inteligentes. Este implica libertad para pensar y actuar. Y a ciertas criaturas de su universo, Dios decidió darles esa libertad. ¿Por qué razón? No sabemos, pero Dios decidió hacerlo. ¿Es Dios, entonces, responsable del origen del mal? No. Dios es responsable de crear seres libres, no pecadores ni rebeldes.
Pero esta libertad implicaba la responsabilidad de usarla en armonía con la voluntad de Dios. Y hubo quienes fallaron en esto y se rebelaron contra Dios. Estos ángeles no fueron dignos de haber recibido ese honor de tener libertad, ya que «no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada» (Judas 6).
En suma, estos seres angelicales se rebelaron contra Dios, abandonaron sus responsabilidades en el gobierno divino, y usaron la mentira como su estrategia. Como resultado, fueron expulsados de la presencia de Dios. Jesús dijo del líder de la rebelión: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lúe. 10: 18). Ese es el informe de la revelación divina. Más de eso, tal vez no estamos en posición de entender. Pero nos enseña que la libertad requiere responsabilidad; y si no la tenemos, no se puede vivir en la presencia de Dios.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

jueves, 4 de febrero de 2010

UN DÍA A LA VEZ

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal (S. Mateo 7:34).

Te han puesto alguna vez fuera de este juego llamado vida, y te encontraste en el banco de suplentes, mirando cómo pasaba la vida mientras resolvías una situación? Recientemente tuve una experiencia tal.
En diciembre de 2007 me realizaron un trasplante de rodilla, y aunque yo añoraba ese período de tiempo para descansar no había considerado la cantidad de semanas que me llevaría la recuperación. Las primeras cuatro semanas fueron dolorosas, pero muy bienvenidas; sin embargo, para la quinta y sexta semana ya me encontraba ansiosa de continuar con mi vida. Deseaba volver a la oficina, comenzar mi agenda de viajes, y simplemente continuar con la vida normal.
Pero tal cosa no era posible. Dios tenía otros planes para mí. La primera lección, y la más importante, era ser paciente. Créanme cuando les digo que este no es uno de mis mejores atributos. Me encanta hacer las cosas de inmediato. Pero, cuando te estás recuperando de una enfermedad y todos te dicen que debes ser paciente, tomar tiempo para sanar y un montón de otros consejos, ¿cómo se le hace frente a esa situación?
Una forma de hacerle frente fue mantenerme ocupada. Realicé un poco del trabajo de la oficina en casa, dediqué tiempo a hacer tarjetas en la pieza de arte, leí, descansé y pasé más tiempo hablando con mi familia. Estuve bastante ocupada, pero la frustración siguió latente. Después de pensarlo mucho, descubrí que el problema era yo: en mi ansiedad por curarme y volver a mi ritmo habitual nuevamente, me estaba perdiendo de vivir cada día.
¿Estás a veces tan atrapada en los planes y los problemas del futuro que te pierdes el vivir cada día? Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, pedí a Dios que me ayudara a vivir ese día con todas mis fuerzas, a tener un propósito en todo lo que hiciera y a dejar el futuro en las manos de Dios. Eso no quería decir que debiera dejar de planificar para el futuro, lo que quería decir era que debía dejar de lado mis ansiedades y concéntrame en cada día, un día a la vez.
Ahora agradezco a Dios por la oportunidad de "disminuir la velocidad", loma un día a la vez. Pídele que te ayude a sacar provecho de cada día. El mañana no se le promete a nadie.

Heather-Dawn Small
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

INTEGRADOS A UN EQUIPO GANADOR

Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Luego volvió al campamento de Israel y ordenó: «¡Levántense! El Señor ha entregado en manos de ustedes el campamento madianita». Jueces 7:15

¿Has emprendido alguna vez una labor con la seguridad de que tendrás éxito? ¿Te has enfrentado con un equipo de fútbol, que de antemano sabes que le ganaras? Bueno, puedes pensar que perteneces a un equipo superior, por lo tanto, es difícil perder el juego. No conoces el marcador, pero te puedes imaginar un resultado holgado o tal vez apretado, pero siempre a tu favor.
En este caso, tu equipo de fútbol está integrado por amigos, vecinos y compañeros de la escuela. ¡Pero del otro lado está la selección de Brasil con todas sus estrellas! Y antes de salir a la cancha, ¡te dicen que vas a ganar el juego! ¡Insólito! ¿No es cierto?
Pues Gedeón salió a la batalla con la seguridad de que el marcador sería a su favor. Es más, un resultado favorable que le fue anunciado por un miembro del ejército enemigo. ¿Te gustaría incorporarte a un equipo ganador? ¡Hoy puedes hacerlo! Al salir a tu escuela, a tu trabajo, mientras caminas por la calle o te metes a una tienda, mientras viajas en el autobús o en el tren subterráneo, ¡incorpórate al equipo triunfador de Cristo!
Las instrucciones fueron muy ambiciosas y claras: «Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mateo 28: 19). Es una tarea en la cual ya sabes el marcador final. Puedes mirar el video en la Palabra de Dios. La multitud de redimidos es tan grande que nadie la puede contar. Representan, según el apóstol Juan lo registró en el Apocalipsis, a todas las «naciones, tribus, pueblos y lenguas» (Apocalipsis 7: 9). ¡Hoy puedes formar parte del equipo ganador! Comparte tu fe sin temor.

«El Señor pide que su pueblo emprenda distintos ramos de obra misionera, que siembre junto a todas las aguas». MJ 215

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

¿QUÉ ES EL PECADO?

Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace (Santiago 4: 17).

A partir de hoy, y durante varios días, se reflexionará en los principios sobre los que se basa el mensaje de la justificación por la fe. Tiene que ver con preguntas básicas como: ¿Por qué es necesaria la justificación? ¿Por qué las personas necesitamos justificación?
Para entender la doctrina de la justificación debemos ir a la raíz del asunto. Necesitamos ir a las bases en las que se funda la doctrina de la justificación por la fe. Varios son los fundamentos que sostienen esta doctrina cristiana.
El primer fundamento que sirve de base y que le da sentido a esta doctrina, es el principio que dice que los seres humanos estamos en corrupción y bancarrota moral. Es decir, que estamos hundidos en el mal. En este punto debemos hacernos la pregunta, ¿qué es el mal? Si le preguntáramos a la Filosofía nos daría muchas respuestas.
El dualismo filosófico derivado de la filosofía platónica nos diría que el mal es un principio eterno que está en contraste con el bien. El zoroastrismo persa tenía dos dioses, Ormuz y Ariman, que representaban el bien y el mal, y que siempre luchaban entre si, sin poder eliminarse. El famoso filósofo judío Spinoza decía que el mal es una ilusión, es decir, no existe. Otro filósofo, el alemán Ritschel, creía que el mal es ignorancia. Charles Darwin, en armonía con sus descubrimientos biológicos, pensaba que el mal es un conflicto interno entre la naturaleza moral del ser humano y su herencia animal. Para el cristiano, ninguna de estas respuestas es satisfactoria. No dan ninguna esperanza, ni solucionan nada.
Por supuesto, la Biblia difiere radicalmente de estos conceptos. Nos dice que el mal, al que llama pecado, es un principio que se opone a Dios. Lo define así: «Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley» (1 Juan 3: 4). La ley es un trasunto del carácter de Dios que revela el bien. Así que el pecado, cuando se opone a Dios y actúa en contra del bien, está en oposición a Dios. Es un principio en pugna con lo que es Dios. Es rebelión contra él. La naturaleza humana está en conflicto con Dios.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos

“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

miércoles, 3 de febrero de 2010

NUEVAS CADA MAÑANA

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana (Lamentaciones 3:22, 23).

Estoy a punto de aterrizar en Amsterdam, para un congreso del Ministerio de la Mujer. Si miro por la ventana, puedo ver los primeros rayos del sol que aparecen a través de las nubes que rodean el aeropuerto. No pude dormir bien, pero agradezco a Dios por el privilegio de ver un nuevo día desde aquí arriba. Un nuevo día... ¡siempre es un desafío! Pero doy gracias por los nuevos días, las nuevas horas y los nuevos minutos; ¡incluso por los nuevos segundos! La pregunta es: ¿Está Dios en primer lugar en nuestras vidas cada día? Cuando ponemos a Dios en segundo lugar, nos hacemos un gran daño a nosotras mismas. Pero, cuando invitamos a Dios a estar en el centro de nuestras vidas, podemos reclamar tesoros espirituales que durarán para siempre. La promesa de Dios es darnos un nuevo comienzo cada mañana. Cuando pienso en esto, mi corazón rebosa de gozo. ¡Qué Dios tan maravilloso tenemos! No importa cómo haya sido el día de ayer, me puedo levantar por la mañana, y mirar hacia el cielo con la confianza de que las misericordias del Señor nunca fallarán; son nuevas cada mañana. Nunca se nos garantiza una vida fácil, un viaje seguro, una semana libre de problemas, hijos perfectos o un día perfecto. Sin embargo, sí se nos garantiza la ayuda de Dios y el éxito cuando entregamos cada detalle de la vida a él. Mi avión está aterrizando. Realmente no sé qué me tiene preparado Dios para este día. Pero he decidido confiar en él y agradecerle las bendiciones por anticipado. Quizás hoy tengas que enfrentar situaciones que te preocupan. Es justamente durante estos momentos difíciles que debes encontrar el valor para confiar en nuestro Padre amante. No importa el problema que estés enfrentando hoy, aférrate de la promesa: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana". Deshazte de los sentimientos de temor, y entrega tus preocupaciones al único que realmente puede ayudarte. Querido Señor, te agradezco hoy por tu misericordia y por un nuevo día. Ayúdame a confiar en ti incluso en los pequeños detalles de la vida diaria. En el nombre de Jesús. Amén.

Raquel Costa Arrais
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken