sábado, 6 de junio de 2009

¿SE LO DIJISTE?

El Señor afirma: «Ustedes son mis testigos, mis siervos, que yo elegí» .Isaías 43:10

Todo Dam Watson tenla solo ocho años cuando sus papas lo enviaron a un internado cristiano para niños indios americanos. Nunca antes había oído nada sobre Jesús. En su casa no había lugar para la religión. Pero cuando asistía a los servicios de culto de la mañana y la noche, Adam quedó fascinado por la historia de un Hombre que murió por él. No pasó mucho tiempo antes que Adam se bautizara.
En su primera visita a casa, Adam habló a su familia sobre Jesús. Pero su papá no quería tener nada que ver con la religión.
El papá de Adam bebía mucho y cuando lo hacía que la vida de su familia y las otras personas fuese miserable. La cárcel era como su segunda casa.
Pero Adam insistía. Cada vez que Adam volvía a casa contaba a su familia lo que había aprendido de Jesús. Al cabo de un tiempo su papá empezó a prestarle atención.
Finalmente, el Sr. Watson consintió en recibir estudios bíblicos. Cuanto más leía la palabra de Dios, más cambiaba su vida. Dejó de beber y se convirtió en una persona completamente nueva. Hoy el papá de Adam es un evangelista que presenta a otras personas ese Salvador a quien su hijo empezó a amar.
Cuando pensamos en compartir nuestra fe, a menudo dudamos de dar testimonio a los miembros de nuestra familia. Llegar a ellos puede ser más difícil que a las personas de la puerta de al lado. Pero las personas que tenemos más cerca pueden ser las que más, necesiten escuchar el evangelio.
Pídele a Dios que te muestre cómo dar testimonio a tu familia. Podrías ser quien los acerque a Jesús.

Tomado de la Matutina El viaje increíble.

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