viernes, 30 de octubre de 2009

NADA TE DARÁ TEMOR

He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. Isaias 40: 10.

¿Sabes cómo recibir fuerza de Dios cuando las dificultades llegan a tu vida, destruyendo la paz, la salud, y la seguridad? ¿Sabes cómo descansar en Dios cuando se rompen tus sueños, y tus esperanzas se convierten en cenizas? Quizá la crisis, el dolor o la angustia golpean tu vida hoy, y en tu desesperación no sabes qué hacer.
El texto bíblico para la meditación de hoy presenta un mensaje maravilloso. Nos dice lo que debemos hacer y con quién contamos para enfrentar los peores momentos de nuestra vida. El profeta Isaías, conocedor por experiencia del Único con quien se puede contar en todo momento, dice a los atormentados y afligidos: «¡Vean aquí a su Dios!»
De la declaración del profeta podemos deducir una importante lección. Cuando surgen las pruebas y, como embravecidas aguas, amenazan con anegarnos, inmediatamente debemos fijar nuestra mirada en Dios. Siempre me gusta pensar en el ratón cuando, sorprendido en la cocina y perseguido con la escoba con aviesas intenciones, centra toda su atención y su vista en una sola cosa: No en quien lo persigue ni en la escoba, sino en su ratonera, único lugar donde encontrará protección.
A los que atraviesan por pruebas y dificultades, Isaías les dice: «¡Vean aquí a su Dios!» Mira hacia Dios, porque él es la roca inmutable. Mira hacia Dios; él no te dejará nunca. Mira hacia el Dios que todo lo sabe y todo lo puede. Cada cosa necesaria para vencer en toda circunstancia se encuentra en él.
El Señor es tierno y compasivo. El propio Isaías afirma: «Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas» (Isaías 40: 11). Él es el buen pastor, el Pastor por antonomasia, quien está íntimamente involucrado en la vida de sus ovejas. Él las ama, las junta cerca de él y las lleva a hombros cuando son abrumadas por las pruebas de la vida.
Ánimo, tu Dios es el supremo gobernante del universo, el creador de todas las cosas. En su gran plan, eres muy importante.
Cuando tu problema parezca insuperable, somételo a Dios. Él es capaz, poderoso y compasivo.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.

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