martes, 9 de junio de 2009

UN CIEGO GUÍA A OTRO CIEGO

¿Acaso puede un ciego servir de guía a otro ciego? ¿No caerán los dos en algún hoyo? Lucas 6:39

Mientras estaba de servicio en la patrulla de tráfico, un policía de Jakson, Misisipi, vio un automóvil que iba haciendo eses. Sospechando quo el conductor iba bebido, puso en marcha la sirena y las luces. Siguió al auto móvil durante un tiempo antes de que el conductor acabara deteniendo el vehículo en la cuneta.
—Muy bien. Deme su permiso de conducir y la documentación del vehículo, por favor -dijo al conductor.
El conductor se revolvió en el asiento.
—No tengo permiso —reconoció.
—¿Se lo retiraron? —preguntó el policía.
—No, nunca tuve. Soy ciego.
El policía no podía creer lo que oía.
—¿Es ciego y conduce un automóvil? —preguntó.
El ciego intentó dar una explicación.
—Mi amigo ha bebido demasiado y por eso yo conduzco por él. Él ve y yo conduzco.
El policía ni se inmutó. Envió a ambos a la cárcel.
El versículo de hoy no habla de gente que no puede ver. Se refiere a personas que están ciegas a la verdad.
Que una persona esté al volante de un automóvil no quiere decir que sepa qué hace. De la misma manera, si alguien dice que conoce a Dios no quiere decir que lo conozca realmente. Debemos tener cuidado con la elección de la guía espiritual.
No hay nada malo en aprender de los demás. Pero asegúrate de que lo que dicen esté de acuerdo con la Biblia. Las nuevas verdades siempre están de acuerdo con las antiguas.

Tomado de la Matutina El viaje increíble.

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