viernes, 29 de enero de 2010

¿VALE LA PENA HUIR?

El faraón se enteró de lo sucedido y trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó del faraón y se fue a la tierra de Madián, donde se quedó a vivir junto al poza. Éxodo 2:15.

¿Te has puesto a pensar cuántas veces los hijos de Dios han tenido que huir? Uno pensaría que ya enrolado en el ejército más poderoso del universo el verbo «huir» no tiene cabida. ¿Te puedes imaginar a Moisés decir: «¡Voy a mostrar al Faraón mis credenciales como libertador de mi pueblo, y si quiere guerra, la tendrá! ¡Yo tengo un nombramiento de Dios!» Quince siglos más tarde, Egipto volvió a ser el centro del universo. Pero ahora para recibir a una familia que huía. Era una familia pobre, ¡pero la madre llevaba en sus brazos al hijo de Dios! ¿Puedes creer que en ese momento histórico tan importante Dios huyera? ¿No se te ocurre pensar que José, el padre terrenal de Jesús, debió de recordar la hazaña de David frente a Goliat, y exclamar: «¡Y quién es Heródes!»
Muchas veces nos parece estar acorralados en medio de tantas pruebas y dificultades. Llegamos a sentirnos incompetentes. Nos dan ganas de abandonar la carrera y huir a un lugar donde nadie nos conozca, y así olvidar nuestra misión. El conflicto que se libra en nuestro mundo es tan real que si nuestros ojos pudieran ser abiertos a las realidades celestiales, veríamos los ángeles de ambos lados en una encarnizada lucha cumplir los designios por el control del universo y la sumisión de nuestras voluntades.
La enfermedad, los accidentes, las pruebas y dificultades son asuntos muy serios. También lo son nuestra desobediencia y nuestros pecados. Necesitamos mirarlos a la luz de nuestro origen y destino. En ese momento de debilidad Moisés tuvo una visión muy corta. Pensó que los resultados de dependerían de sus propios esfuerzos. No se acordó de que la lucha no es contra sangre y carne, sino contra las potencias del mal (lee Efesios 6:11-13). La historia nos enseña que los propósitos de Dios finalmente se cumplen, por eso es importante permanecer de su lado, aunque a veces parezca que marchamos en retirada.

«Dios llama a los hombres a oponerse a los poderes del mal». MJ 53


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

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