sábado, 6 de febrero de 2010

UN DESARROLLO ARMONIOSO

El Señor bendijo a Ana, de manera que ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Durante ese tiempo, Samuel crecía en la presencia del Señor, 1 Samuel 2:21.

Las bendiciones alrededor de Samuel se extendían en círculos concéntricos cada vez más amplios. Desde el anuncio de la llegada de Samuel, el registro bíblico dice de Ana que, «desde ese momento, su semblante cambió» (1 Samuel 1: 18). El nacimiento del niño llenó la casa de sus padres de agradecimiento. Y cuando su madre lo dejó en el templo se abrió una nueva etapa en su consagración a Dios: «Ahora yo, por mi parte, se lo entrego al Señor. Mien¬tras el niño viva, estará dedicado a él» (vers. 28). El pequeño Samuel comenzó a ministrar en el templo, y fue constituido una bendición para el sacerdote Eli, que miraba en el niño a un verdadero hijo; sí, el siervo de Dios que nunca tuvo, porque sus hijos eran «unos perversos» (1 Samuel 2: 12).
El texto de hoy presenta un verdadero desafío para todos los jóvenes de hoy: Crecer delante de Dios. Crecer delante de Dios significa que tus facultades se desarrollan armoniosamente. Por ejemplo, la Biblia dice que Jesús «siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente» (Lucas 2: 52). Esa es la verdadera educación. Generalmente las personas aceptan como educación asistir a una escuela para adquirir conocimientos para la mente. Eso es tener una visión demasiado estrecha y corta.
La influencia de Samuel se extendió a todo el pueblo con el llamado que Dios le hizo para convertirse en un profeta. Fue así como creó las «escuelas de los profetas» y también superviso la transición hacia el reino de Israel como consejero de Saúl, el primer rey hebreo, y después ungió a David. No te conformes con una educación tan limitada. Busca el desarrollo armonioso de tus facultades físicas, mentales y espirituales para que crezcas delan¬te de Dios y te constituyas en una bendición para tu familia, tu iglesia y tu comunidad.

«Los jóvenes pueden alcanzar el más elevado punto de grandeza intelectual, y si están equilibrados por el principio religioso, pueden llevar a cabo la obra que Cristo vino del cielo a realizar, y ser así colaboradores con el Maestro». MJ 168


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

No hay comentarios:

Publicar un comentario