viernes, 21 de enero de 2011

LOS HERMANOS DE JESÚS DE HOY

Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana. Mateo 12:50.

¿Cómo te sentirías si fueras el hermano del presidente de tu país? Doquiera fueras, por cualquier razón, todos comentarían y dirían en voz baja: "Ese es el hermano del presidente". Quizá recibirías un trato privilegiado. La gente intentaría encontrar algún parecido físico entre tú y tu hermano, o prestarían atención a tu voz o a tus palabras para ver cuánto te pareces.
Jesús, el Rey del cielo, se igualó con los seres humanos y nos aseguró que tiene hermanos y hermanas en la tierra. ¿Te gustaría ser uno de ellos? Piensa en Jesús como el Dios Creador del universo, que tiene a su disposición todos los recursos de la tierra, que es adorado por miles de millones de ángeles, el que recibe la honra y la gloria de seres de otras galaxias que jamás cayeron en pecado, y ese mismo Jesús te dice "tú eres mi hermano".
Para serlo, no tienes que haber nacido en algún lugar privilegiado, tampoco importan tus estudios o capacidad intelectual. No interesa cuántos deportes prácticas o si tus padres tienen mucho dinero: lo único que importa es hacer la voluntad de Dios.
Recuerda que hace muchos años se inició en el cielo una guerra entre el bien y el mal y Jesús, al mando de las huestes celestiales, venció a su enemigo y lo expulsó de allí. Tristemente esa guerra se trasladó a la tierra; y aunque Satanás se ensañó contra el Hijo de Dios durante sus treinta y tres años de vida, este se mantuvo firme. Su muerte, aunque pareció una derrota, fue seguida por la resurrección que marcó una nueva victoria para el cielo y una nueva esperanza para los seres de esta tierra.
Hoy la guerra continúa en tu corazón y en el mío; y Jesús nos invita a entregarnos a él por completo para reinar y ganar ese conflicto. Si aceptas el desafío, y permites que Jesús viva en tu corazón, verás que es un placer hacer la voluntad de Dios, y habrás pasado a ser hermano o hermana de Cristo. ¡Qué extraordinario! El Rey del cielo, el Creador de todo el universo, es nuestro Hermano. Agradécele en este día a Dios por ese hermoso privilegio.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

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