lunes, 21 de febrero de 2011

¿ESCLAVOS O LIBRES?

Ustedes han sido llamados a ser libres (Galatas 5:13).

La libertad es el don más valioso que Dios dio al ser humano cuando lo creó. Nadie puede ser feliz si carece de esta condición. Sin embargo, el concepto de libertad parece ser algo relativo hoy en día. Para algunos, ser libre es poder fumar, beber alcohol o consumir drogas, mientras que para otros consiste en no tener que dar explicaciones a nadie. Existe también una mayoría para la cual el cristianismo es una esclavitud, pues implica estar sujetos a un Dios cuya palabra preferida es «no». ¿Y tú, te consideras libre o esclava?

Recuerdo que desde muy pequeña soñaba con llegar a ser concertista. Cuando cumplí nueve años, mi madre, quien ya me había iniciado en los estudios, me llevó a una escuela de música para matricularme. El examen «me resultó muy fácil, ya que iba muy bien preparada, pero cuando parecía que mis sueños se iban a hacer realidad, un requisito cayó sobre mi como una losa, destruyendo mi castillo de arena: debía testificar en forma escrita si tenía alguna creencia religiosa, si pertenecía a alguna denominación y si creía en Dios. Mi madre y yo nos miramos, pues sabíamos perfectamente lo que significaba aquello. Entregamos la solicitud y, a pesar de que mis notas eran elevadas, recibimos una respuesta negativa. Lloré mucho. Nos tildaron de fanáticos. Y por si eso fuera poco, algunas amistades acusaron a mis padres de intolerantes y me vaticinaron una vida de fracasos.

Obviamente nunca llegué a ser concertista, pero sí he compuesto música para alabar a Dios. Mi voz se ha unido al coro celestial para agradecerle por su bondad infinita. Mi vida si ha sido un éxito, como atestiguan mis propias compañeras. La supuesta libertad que ellas gozaban no les sirvió para lograr la felicidad que yo tengo en Cristo.

No te atormentes si los demás consideran que en Cristo no eres libre. No te has perdido nada extraordinariamente bueno en la esclavitud del pecado. Si te decides por el amor divino, habrás encontrado la verdadera libertad. El amor rompe las cadenas de la esclavitud.


Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

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