viernes, 18 de febrero de 2011

JESÚS, AMIGO DE JUAN

Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado aliado de Jesús. Juan 13:23.

A medida que transcurría el tiempo, el ministerio de Jesús se hacía más popular, y llegó a ser todo un honor estar a su lado y ser su discípulo. Si bien fueron muchos los hombres y las mujeres que lo acompañaron en su estadía en la tierra, el Maestro de Galilea seleccionó a doce hombres para formar parte de un círculo más íntimo.
Dentro de este grupo de doce, tres de ellos contaban con cierta exclusividad: Pedro, Santiago y Juan. Estos tres discípulos presenciaron algunos milagros que el resto no presenció, pero lo más llamativo fue que solo ellos contemplaron la transfiguración de Jesús en el monte alto..

Entre estos tres, las Escrituras reconocen a un discípulo "al cual Jesús amaba": Juan. Junto a su hermano Santiago decidieron seguir a Jesús, y como ambos tenían un espíritu agresivo e iracundo, fueron apodados "hijos del trueno". En una oportunidad citaron la Palabra de Dios para quemar una aldea de samaritanos que los había rechazado al pedir hospedaje para su Maestro, pero aún así, Jesús no miraba lo que Juan era, sino lo que llegaría a ser a través de su gracia transformadora.

Si bien al principio no comprendió el carácter de la misión de Cristo, poco a poco se fue amoldando a las bases de ese reino espiritual que él mismo ayudaría a levantar. A paso lento pero seguro, el tosco pescador comenzó a adoptar los modales tiernos y dulces de su Maestro, y con el correr de los años, su manera de hablar y de pensar se asemejaron al del Hijo del Hombre. Jesús no tuvo preferencia por Juan por encima de los demás, "pero Juan era el espíritu más receptivo. Era más joven que los demás, y con mayor confianza infantil abría su corazón a Jesús. Así llegó a simpatizar más con el Salvador" (El Deseado de todas las gentes, p. 259).

¿Crees que tus defectos de carácter te pueden impedir ser amigo de Jesús? ¿Piensas que tus malos modales o tu poca paciencia van a ahuyentar al Salvador? ¿Crees que tus pocos años de vida te restan importancia ante la vista del Señor del universo? Mira la vida de Juan, un joven que se animó a caminar con Jesús, y fue tal su intimidad con el amado Maestro que llegó a recostarse en su pecho con total confianza. Ese Jesús desea ser tu amigo. Ese Jesús quiere que le des tu corazón y que lo invites a cada lugar que vayas. Ese Jesús quiere hacerte compañía y formar una amistad contigo que continúe en el cielo cuando te venga a buscar. ¿Le permitirás ser tu amigo como lo fue con Juan?

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

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