viernes, 13 de mayo de 2011

BAILANDO PARA DIOS

Y David danzaba con toda su fuerza delante de jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. 2 Samuel 6:14.

Cinco señoritas que tenían entre catorce o quince años de edad entraron a mi oficina mientras estaban en recreo y con toda sinceridad me preguntaron: "Capellán, ¿por qué está mal salir a bailar? Desde muy chicas se nos dijo que es 'malo', que nunca debemos entrar en una 'disco', que allí adentro hay drogas y alcohol. Pero si nosotras nunca vamos a probar estas cosas, ¿también está mal salir con las amigas?"
Era consciente que aunque estas señoritas pertenecían a un colegio adventista, estaban sintiendo la presión del grupo para participar en una actividad aceptada por lo sociedad. La verdad es que si no es por motives religiosos, ¿qué tiene de malo salir a bailar? En todas partes se escucha la misma música, con sus temas de sexo, drogas, tabaco y alcohol, sin necesidad de asistir a un salón de bailes.
Es más, si la Biblia dice que David bailo, ¿por qué los adventistas nos empeñamos en luchar para que los jóvenes no asistan a ese tipo de lugares? ¿No será algo así como "bíblico", asistir a lugares donde se baila?
Si repasamos brevemente la historia de David, el contexto muestra que el rey y todo Israel estaban de fiesta porque "conducían el área de Jehová" hacia la capital del reino: Jerusalén. Desde que Israel había abandonado Egipto, el área del pacto había estado en diferentes partes del país, pero no se había establecido en un lugar fijo que fuese cabecera del reino. Israel había logrado independizar-se completamente del yugo de los filisteos y de las demás naciones extranjeras. Bajo el liderazgo militar de David, nunca habían perdido una batalla y todos ellos reconocían que era "Jehová de los ejércitos" quien otorgaba las victorias.
En ese contexto, una larga caravana encabezada por los sacerdotes y el rey, transportaban el área con espíritu de agradecimiento a Dios. Al son de la música sacra, interpretada por los sacerdotes, "David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová".
Ahora piensa un momento: ¿Se parece en algo la danza de David a los bailes actuales? "La música y la danza de alegre alabanza a Dios mientras se transportaba el área no se asemejaban para nada a la disipación de los bailes modernos. Las primeras tenían por objeto recordar a Dios y ensalzar su santo nombre. Los segundos son un medio que Satanás usa para hacer que los hombres se olviden de Dios y le deshonren" (Patriarcas y profetas, p. 766).
Aunque tus amigos, familiares y la sociedad en general te sugieran que asistas a lugares que te brindan diversión, recuerda que la aprobación de Jesús debe ser lo más importante en tu vida.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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