lunes, 15 de agosto de 2011

"A DIOS LO QUE ES DE DIOS”

Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21.

Según las Escrituras, el tiempo que le corresponde a Dios es el sábado. El séptimo día del calendario semanal es un recordativo permanente del poder creador y sustentador de Dios, y en él se deben detener las actividades cotidianas para realizar tareas de índole espiritual.
Pero además de los sábados, durante el resto de los días de la semana debemos dedicar tiempo para conversar con él y leer su Santa Palabra. El culto personal diario te permite consagrarte, poner tus planes y proyectos en sus manos y recibir fuerzas. Ese tiempo que le pertenece a Dios es tremendamente beneficioso cuando se lo practica con fe.
Libertad era una joven que cursaba su primer año de universidad y estaba a punto de abandonar su carrera por sus bajas calificaciones. Aunque había invertido horas de concentración y esfuerzo, las exigencias académicas parecían abrumarla, y decidió contarle a su madre para que le permitiera regresar a su hogar. Cuando su madre leyó la carta, viajó hasta donde se encontraba su hija, y después de un breve diálogo, le preguntó:
—¿Cuánto tiempo pasas diariamente con Dios?—
—Nada mamá —respondió algo molesta su hija—, te estoy diciendo que no puedo con mis estudios, ¿y quieres que saque tiempo para orar y leer la Biblia?
La madre hizo una pausa, y luego le dijo: "Te hago una propuesta: como todavía te queda medio año de estudio, continúa estudiando hasta finalizar, pero dedica una hora diaria a tu culto personal".
Aunque Libertad se opuso al principio, su madre le hizo ver que no tenía nada que perder, así que de manera obediente continuó con sus estudios y este nuevo plan. Cada día dedicó una hora bien temprano en la mañana para orar y leer la Biblia, y aunque no siempre fue fácil por las actividades y el rigor de los exámenes, recordó las palabras de su madre y continuó fiel a su propuesta. Al final del año, Libertad descubrió que su relación con Dios había mejorado significativamente, y las excelentes calificaciones obtenidas fueron solo un bono adicional.
Jesús enseñó a sus seguidores a darle "a Dios lo que es de Dios", y este principio se debe aplicar sobre todos los bienes que se poseen. Libertad lo vivió en el uso de tiempo, y Jesús te invita a que tú también lo experimentes dándole cada día un tiempo al Señor. Pruébalo y tú también tendrás bendiciones que te asombrarán.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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