lunes, 1 de agosto de 2011

DOS BENDICIONES

Pues todo es tuyo. 1 Crónicas 29:14.

Entre las grandes bendiciones que Dios le dio a los seres humanos, se encuentran el dinero y el tiempo. A lo largo de este mes analizaremos algunos aspectos bíblicos que Dios registró en su Palabra con el propósito de que, tanto el uso del dinero como del tiempo, sean un canal de bien para todas sus criaturas.
Piensa en lo útil que es el dinero. No existe una sola persona en esta tierra que pueda prescindir de él. El alimento, la vestimenta, el lugar para vivir, los remedios ante la pérdida de salud y algunas recreaciones, solo se pueden conseguir con dinero. Existe desde el inicio de la humanidad y tendrá valor hasta que Jesús restaure este mundo de pecado. De igual manera ocurre con el tiempo. Bien utilizado, el tiempo nos permite crecer, desarrollarnos, concretar planes y alcanzar metas, mirar al futuro con optimismo y saber que con él podremos obtener lo que hoy nos falta. Una de las grandes diferencias entre jóvenes y adultos es que aquellos cuentan con mucho tiempo para concretar sus sueños, mientras que a estos les queda menos tiempo.
Bien utilizados, el dinero y el tiempo son una grandísima bendición para todos. Como es lógico, en esta guerra espiritual en la que estamos inmersos, el enemigo procurará distorsionar el uso de estas bendiciones para que afecten tu vida espiritual y te alejes de Dios. Así como el pecado afectó todas las dimensiones terrenales, también perjudicó el concepto humano del dinero y el tiempo. Por eso es tan importante recurrir a Dios, la Fuente de toda bendición, para que el dinero y el tiempo siempre sean bendiciones en esta vida terrenal y también en la futura.
Es posible que sientas, como muchos, que tienes falta de dinero o de tiempo, o de ambos. Quizás estás planeando proyectos para el futuro y ves una sombra, porque no sabes de dónde saldrán los recursos para que se hagan realidad o cómo conseguirás el tiempo para que se cristalicen tus sueños. Aunque esa sombra parezca oscurecer todos tus planes y proyectos, no te desanimes, y recuerda lo que David expresó: "Pues todo es tuyo". Sí, el dinero y el tiempo le pertenecen a Dios y todos los recursos inimaginables están disponibles desde la mano divina para todos sus hijos.
Ese Dios de amor que todo lo puede y todo lo tiene es generoso, y desea compartir sus recursos con cada una de sus criaturas. Así que, ¡adelante! Alcanza tus sueños, que el Señor de los recursos los hará realidad.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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