martes, 25 de octubre de 2011

EL HIJO EN LA BIBLIA

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39.

Al mirar la inmensidad del mar, al ver un paisaje de gran belleza natural, al observar el cielo y las incontables estrellas y galaxias, por lo general surge en la mente una sensación humana de pequeñez y la convicción de que existe un Arquitecto que diseñó todo.
Pero aunque la naturaleza nos hable de un Ser creador y superior al hombre, nunca nos podrá enseñar sobre el plan de salvación y la necesidad de un Redentor. Solo las Escrituras pueden darnos ese conocimiento y presentarnos específicamente la historia del Hijo de Dios como Salvador del mundo.
Cuando Adán y Eva, después del pecado, recibieron la promesa: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Gen. 3:15), esperaron su cumplimiento en la vida de sus propios hijos. Pero las generaciones fueron pasando, y el Antiguo Testamento solo contuvo profecías sobre el deseado Mesías que salvaría al mundo.
Ya en los tiempos del Nuevo Testamento, aparece en las Escrituras el concepto explícito de un Dios trino, y se presenta la aparición del añorado Hijo de Dios. Jesús fue el que dejó el cielo, abandonó un trono de gloria y la adoración de millones de ángeles para nacer en una de las familias más humildes de la tierra. Su vida de servicio, primeramente en su hogar, y luego en Judea y en las ciudades vecinas, se vio reflejada en su mensaje, en sus milagros y en su visión del futuro. Ese reino de los cielos que siempre había parecido tan distante y lejano, en Jesús se puso al alcance de la mano. Como estaba predicho en las Escrituras, el Hijo del Hombre se entregó por una raza caída, y resucitó al tercer día como vencedor de la muerte.
Casi todos conocen al Jesús histórico, el Jesús judío del primer siglo. Y tú, ¿conoces al Jesús real, al que reina en los cielos y está haciendo planes de regresar por segunda vez? ¿Te has encontrado con aquel que tiene el poder de transformar la vida? ¿Confías en su poder como confiaron los apóstoles? La Biblia te presenta la figura de Cristo para que tú lo conozcas de manera personal, no por dichos de otros, porque ser cristiano significa conocer a Jesús y permitirle que reine en tu corazón. Cuando leas tu Biblia, procura hacerlo para conocer mejor a Jesús.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

No hay comentarios:

Publicar un comentario