sábado, 12 de noviembre de 2011

LA FLUCTUACIÓN EN LA VIDA ESPIRITUAL

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Hebreos 10:23.

Uno de los hechos más notables del pueblo israelita durante el período de los jueces fue su constante vaivén en su vida religiosa. Las Escrituras nos dicen al respecto: "Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de la mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles" (Jue. 2:18, 19).
Pero esta oscilación en la vida religiosa no fue exclusiva al período de los jueces, ya que "la fluctuación entre la adoración al Dios de Israel y la idolatría prosiguió durante el tiempo de los reyes, con frecuencia fortalecida por alianzas políticas y casamientos con paganos" (Alfonso Lockward, Nuevo diccionario de la Biblia, pp. 85, 86).
Podemos observar este error común, que impide el crecimiento espiritual y que puede llevar a la apostasía, en los creyentes que se sienten en la cima espiritual después de un buen sermón o de una semana de reavivamiento. Pero terminado el evento que avivó la llama de su fe, se vuelve a caer en una rutina espiritual que socava toda esa euforia, y se termina igual que antes. ¿Cuál es la causa de esta fluctuación? La falta de fe. Hebreos anima a sus lectores a no cometer este error, cuando dice: "Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza". La firmeza de nuestra fe tiene que imitar la firmeza del amor de Dios y la seguridad de sus promesas para nosotros. Este Dios a quien servimos y de quien nos decimos sus hijos, tiene la cualidad de no variar, de no fluctuar, de no vacilar (Sant. 1:17); y así como debemos imitarlo en todo (Juan 13:15), debemos procurar desarrollar una fe creciente y estable.
Nuestra iglesia necesita cada vez más de jóvenes que se comprometan con Dios. Anímate a ser uno de ellos y mantén firme tu compromiso hasta que te encuentres con Jesús cara a cara.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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