sábado, 3 de diciembre de 2011

MIRA LA HIGUERA

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. Mateo 24:32, 33.

Se sabe que el día más largo del año y el comienzo del verano en Sudamérica es el 21 de diciembre. Pero no hace falta saber la fecha exacta para percibir que el verano ya comienza. Los días son más largos y más calurosos, se apagan los calefactores y estufas, dejamos de usar ropa de invierno, las plantas florecen y los árboles estrenan hojas verdes. Aunque no se supiera la fecha oficial del inicio del verano, toda la naturaleza se encargaría de mostrarnos en qué estación estamos.
A modo de ilustración, Jesús hizo una comparación entre el tiempo previo a la segunda venida y la higuera. "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas". La comparación es obvia: el verano es la segunda venida, la higuera son las profecías relacionadas, y los brotes y hojas el cumplimiento de esas profecías.
En todo Mateo 24 Jesús dejó muchas profecías que anticipaban su regreso: la aparición de falsos cristos y falsos profetas, guerras, terremotos, hambruna, enfermedades, la predicación del evangelio a todo el mundo, la persecución a los fieles y los desastres naturales. Si bien a lo largo de la historia estas señales se han manifestado, antes de la llegada del verano (la segunda venida) se harían notablemente visibles (aparecerían los brotes y las hojas).
Por eso es tan importante estudiar las profecías (mirar la higuera), porque de esa manera veremos llegar el verano y no nos sorprenderá.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día surgió como un cumplimiento profético para restaurar la verdad, y fue pionera en la exégesis e interpretación profética. Los pioneros de nuestra iglesia miraron con tanto detenimiento a la higuera que conocían cada rama, cada brote y cada hoja como si fuera un árbol del patio de su casa. Eran verdaderos conocedores de las profecías. Pero con el paso de los años, muchos adventistas confiaron su fe y la interpretación profética a pastores y estudiosos, y descuidaron la observación de la higuera por sí mismos.
Si estudias cuidadosamente las profecías, las señales de los tiempos no te causarán temor, sino que te ayudarán a prepararte para recibir al gran Rey.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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