jueves, 1 de diciembre de 2011

UN MENSAJERO DE PAZ

Pero el ángel les dijo: No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. (Lucas 2:15).

Los ángeles han desempeñado siempre una función importantísima en el plan de salvación. Ellos, deseosos de anunciar lo que el cielo estaba dispuesto a hacer por la humanidad, han servido a lo largo de los años de mensajeros de la noticia más excepcional: la redención del pecador. Pero no solo han servido de mensajeros, también han tenido la responsabilidad de ser los guardianes y protectores del ser humano.
Existen, tanto en el registro bíblico como en publicaciones cristianas, incontables relatos sobre ángeles que han intervenido en las vidas de seres humanos. Este fue el caso, entre otros, de Corrie. Ten Boom. Durante la Segunda Guerra Mundial ella y su hermana Betsi fueron conducidas al campo de concentración de Ravensbrück, en Alemania. Un día, mientras se colocaba en fila a las mujeres para proceder a inspeccionarlas, Corrie y su hermana pidieron permiso para ir antes al baño, lo cual les fue concedido. Una vez allí se despojaron de su ropa interior para envolver la Biblia que tanto amaban y esconderla en un lugar y entonces regresar a la fila. Tras el registro, ambas volvieron al baño para recuperar su valioso tesoro, y allí estaba. Lo escondieron bajo la ropa, pero Corrie estaba tan delgada que la Biblia podía verse con suma facilidad. Como era una mujer de fe, pidió a Dios que enviara a su ángel para que la cubriera y los guardias no descubrieran su secreto.
Todas y cada una de las mujeres fueron registradas minuciosamente, incluyendo las que pasaron antes de Corrie y las que pasaron inmediatamente después. Pero a ella ni tan siquiera la miraron. Esta experiencia se repitió en varias ocasiones, y siempre con el mismo resultado. Corrie se sintió tan confortada por los ángeles que perdió el temor que sentía en aquel lugar siniestro.
«No temas -te susurra Jesús al oído- yo enviaré un ángel para que esté a tu lado». Un día verás a tu ángel cara a cara y él te contará en cuántas ocasiones te libró de un riesgo seguro, y cómo se mantuvo siempre junto a ti.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

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