sábado, 21 de enero de 2012

SERVIR ES UN DON DE LOS ALTO.

Entonces María dijo: «Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Lucas 1:38).

Es emocionante observar a través de las Escrituras el servicio prestado por numerosas mujeres y hombres, y meditar en la obra realizada por nuestro amado Jesús. Él dijo: «No he venido para ser servido, sino para servir» (ver Marcos 10: 45).
Servir es un don que viene de lo alto y por esa razón deberíamos hacerlo parte de nuestras vidas. Mi querida hermana, el Señor nos ha llamado a servir, no importa a quién, ni dónde, ni cómo; él únicamente nos pide que sirvamos y ayudemos a los demás.
Recuerdo una ocasión en la que el Señor me llamó directamente a servir a través de un acto de amor. Fue una gran oportunidad que el Dios del cielo me ofreció. Se trataba de una niña que necesitada un hogar. Al enterarme de ese caso no supe qué decir, pero oré: «Querido Señor, tú dices que he sido llamada a amar y a servir, y creo que esta es la oportunidad para hacerlo».
Aquella niña presentaba un delicado cuadro de salud y a la vez necesitaba muchísimo cariño. Tras comentarlo con mi esposo, decidí que me haría cargo de ella. A los pocos días fuimos a buscarla y la llevamos a casa. De inmediato la pusimos bajo el cuidado de un médico y comí y comenzamos como familia a hacer todo lo necesario para su recuperación.
Han pasado varios años y en la actualidad ella es una chica sana, inteligente y educada. Cuando le preguntan cómo es su vida ella responde: «Soy muy feliz porque tengo un papá, una mamá y un hermanito que me aman y me cuidan». Lo mejor de todo es que ha aportado a nuestras vidas mucha felicidad y amor.
Amiga, el servicio es una muestra del amor de Dios y eso es algo maravilloso. Tú y yo hemos nacido para eso. Tal vez no veas los resultados, ni una recompensa, en forma inmediata, pero ten siempre presente que el amar a los demás les estarás mostrando el rostro de Dios. No temas ayudar a alguien que lo necesite, Dios siempre estará a tu lado para ayudarle y recompensarte si así lo haces. Recuerda que amar, ayudar y ofrecer nuestro servicio es algo que viene de Dios.

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Daisy Medina de González, enfermera.

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