martes, 6 de marzo de 2012

HÁGASE TU VOLUNTAD

«He deseado tu salvación, Jehová, Salmo 119:174.

Un predicador amigo mío me dijo que a veces pregunta a sus oyentes: «¿Cuántos de ustedes están cansados de que alguien les diga qué tienen que hacer?». La mayoría levanta la mano. Entonces, esbozando una sonrisa, les dice: «Ya veo, me parece que voy a perder el tiempo habiéndoles del evangelio».
Ya se sabe, quien tenga dificultades para relacionarse con las autoridades también tendrá dificultades para relacionarse con Dios. Él es más que nuestro Padre, es nuestro Rey y Creador. Al decir: «Hágase tu voluntad», afirmamos que haremos las cosas a su manera. El objetivo del plan de salvación es conseguir que estemos alegres y satisfechos de decir: «El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón» (Sal. 40:8).
Darnos cuenta de que el propósito de la oración no es persuadir a Dios para que haga lo que queremos, sino descubrir lo que él quiere que hagamos nosotros, puede ser decepcionante. Demasiado a menudo nos acercamos a Dios con planes preconcebidos. Además de decirle qué anda mal le decimos qué tiene que hacer al respecto y cuando tiene que hacerlo. La Biblia declara que no sabemos orar como es debido (Rom. 8:26). No es de extrañar que los discípulos le pidieran a Jesús que les enseñara a orar.
Algunos piensan que decir: «Hágase tu voluntad», es señal de resignación, de abandono. Otros piensan que, si tenemos suficiente fe, Dios se verá obligado a hacer lo que queremos. Y aún otros sugieren que busquemos en la Biblia la promesa de Dios que mejor se acomoda a nuestras necesidades en un momento específico y luego la reclamemos con insistencia. ¡Cuidado con este método! No estoy seguro de que cada cosa específica que Dios hizo por alguien en algún momento sea necesariamente su voluntad para mí en este preciso instante.
¿Qué dijo Jesús sobre la voluntad del Padre? «Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna» (Juan 6:40).
Sea esta nuestra oración para hoy. (Basado en Mateo 6: 5-13)

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

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