sábado, 17 de marzo de 2012

LO QUE BIEN EMPIEZA BIEN ACABA

Haz, lo recto y bueno ante los ojos de ¡chiva, para que te vaya bien y llegues a poseer la buena tierra que Jehová juró dar a tus padres (Deuteronomio 6:18).

El dilema entre reconocer lo recto y llevarlo a cabo podría ser la principal disyuntiva de la época postmodernista. Parecería que la gente no sabe distinguir entre lo que es recto y lo que no lo es. A grandes rasgos diríamos que hacer lo correcto implica tener una clara idea del bien, pero ¿cómo llevarlo a cabo?
Muchas veces tratamos de justificar nuestro comportamiento perdiendo de vista lo que es recto ante los ojos de Dios. Dejemos claro que justicia no es algo, sino alguien: Jehová es nuestra justicia (ver Jer. 23:6). De modo que para hacer lo recto debemos acudir a él. «Venid luego y estemos a cuenta», dice el Señor a través del profeta Isaías, «aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana» (Isa. 1:18). En las Sagradas escrituras encontramos varios consejos válidos para esta Época en la que abundan las conciencias cauterizadas.
El apóstol Juan registra las palabras de Cristo: «Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:31-32). Mucho antes el profeta escribió: «Nunca se apartara de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien» (Jos. 1:8).
En los tiempos bíblicos, así como en el presente, podemos llegar a una única conclusión: hemos de poner en práctica los estatutos de Dios.
Cuando te allegas a Cristo, o Cristo mora en ti, puedes hacer muchas cosas. Su Espíritu despertará tu conciencia, y únicamente entonces podrás practicar la justicia. Él sanará tus rebeliones y te amará «de pura gracia» (Ose. 14:4). Si hacemos las cosas como le agradan a Dios nos irá bien, aunque a nuestro entender no lo consideremos así.
Amiga su amor nos da la libertad de escoger entre el bien y el mal. Hoy puedes elegir hacer lo recto ante sus ojos para que le vaya bien. Pídele ahora mismo que te ayude a hacer lo bueno y verás cómo se derraman sobre ti sus bendiciones.

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Keila Díaz García.

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