domingo, 6 de mayo de 2012

¿HÉROES O CELEBRIDADES?


El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Juan 15:13

Hoy día no hay muchos héroes; en cambio, abundan las celebridades. Una celebridad es una persona famosa porque posee atributos de esos que la sociedad valora: inteligencia, belleza, riqueza, habilidades deportivas o artísticas, etc.  Por otra parte, un héroe es una persona a quien admiramos por sus nobles cualidades de carácter o por haber realizado actos valerosos en favor de otro o de su patria.
Una persona puede ser una celebridad simplemente por su hermosura. O por haber heredado una gran fortuna. O por pertenecer a una familia real. Pero no sucede así con los héroes. Las cualidades del héroe no se heredan. Los héroes no nacen, sino que se hacen a fuerza de sacrificio, de abnegación, de valor.
Un buen ejemplo de heroísmo es el de Maximilian Kolbe, un sacerdote prisionero en Auschwitz, ese infame campo de concentración en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Maximilian vivía la religión que predicaba. No solo oraba por sus compañeros de presión sino que los atendía y compartía con ellos su comida. Cierto día, un prisionero escapó. Cuando esto sucedía, la costumbre era matar a diez de los que quedaban.  Lo usual era encerrarlos en una celda donde morían de hambre y sed. 
Ya las víctimas habían sido seleccionadas cuando, de pronto, el prisionero número diez comenzó a llorar. «Mi esposa y mis hijos...», dijo, entre sollozos. Maximilian, que no formaba parte del grupo, pidió permiso para hablar con el oficial.
—¿Qué desea? —gritó el soldado, mientras lo apuntaba con su arma.
—Quiero morir en lugar de él —dijo Maximilian, señalando al hombre que lloraba —  Soy viejo y no tengo esposa ni hijos. Él es joven y puede serles más útil que yo.
Durante algunos segundos un silencio tenso dominó el ambiente.  Entonces el oficial respondió:
—¡Petición concedida!
El 14 de agosto de 1941 Maximilian Kolbe prefirió para que otro pudiera vivir.
Héroes como Maximilian no hay muchos; en cambio, abundan las celebridades, los famosos que brillan fugazmente y luego se apagan.
Preocúpate por cultivar los rasgos de carácter que nunca se apagan, esos que Dios aprueba. Los rasgo de carácter que te convertirán en héroe para Dios y que perdurarán por toda la eternidad.
Padre amado, ayúdame a desarrollar las cualidades de carácter que glorifican tu nombre.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

No hay comentarios:

Publicar un comentario