domingo, 13 de mayo de 2012

UNIDOS PARA SIEMPRE


Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte como la muerte es el amor. (Cantares 8:6).

Hace algún tiempo los noticieros informaban de que en Alemania intentaban implementar nuevas normas respecto al matrimonio y al divorcio. En dicho país se proponía una ley para que los matrimonios únicamente duraran siete años, al término de los cuales la pareja podría separarse, o decidir renovar su acuerdo matrimonial. Se aceptaría el divorcio como una práctica normal, aunque la Palabra de Dios lo presenta de otra forma diferente.
Esta noticia me hizo pensar que el diablo está imponiendo sutilmente su influencia degradante en la mente de los no creyentes, así como entre los creyentes cristianos.  La puesta en práctica de enfoques como este, implica que descartaremos todo aquello que no contribuye a nuestra felicidad temporal o a nuestra satisfacción personal. ¿Qué les deparará el futuro a nuestros hijos e hijas ante ese tipo de influencias? La Palabra de Dios nos enseña que el matrimonio y el sábado fueron instituidos por el Señor en el mismo Edén, y que el matrimonio es una especie de sello colocado en cada pareja que decide unir sus vidas hasta la muerte.
Sin embargo, la iglesia del Dios vivo actúa en forma diferente. Hace algunas semanas se organizó en nuestra congregación una ceremonia de renovación de votos matrimoniales en la que participaron tanto parejas jóvenes como de edad. El resultado fue que todos nos sentimos muy emocionados al recordar «aquella primera vez» en el Edén, y decidimos renovar nuestros compromisos ante el Señor.
El versículo de hoy presenta el amor como un sello que ninguna prueba puede borrar. Ese es un importante legado que debemos dejar a nuestros hijos. Ahora bien, únicamente lo lograremos si como pareja renovamos a diario nuestro compromiso con Jesús.
Querida amiga, si Cristo es parte de tu vida podrás proteger tu matrimonio de las asechanzas del maligno. Recuerda que Dios representa el escudo y el sello que todas necesitamos con el fin de permanecer juntos hasta que la muerte nos separe.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Mirna Jares de Pezoa

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