sábado, 2 de junio de 2012

ÁSPERO, PERO DULCE


«Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos» (Salmo 45:8, RV95).

En nuestra aventura de hoy buscaremos una planta especial llamada «casia». Mira, ahí hay una. Sé que estás pensando que no parece nada especial. De hecho, se ve como cualquier otra planta. Pero lo que quiero enseñarte de la casia es su corteza. Observa, vamos a pelarla de esta manera y ponerla a secar al sol. Una vez que se seque la moleremos y después la utilizaremos para cocinar ¿Por qué? Porque la corteza molida de la casia sabe a canela.
Muchas personas son como esta planta. Se ven un poco ásperas por fuera, como la corteza de la casia, pero por dentro son verdaderamente dulces. Tal vez te preguntas por qué actúan de esa manera tan áspera. A veces es porque otros les han hecho daño. Estas personas no quieren que eso les suceda de nuevo, así que no quieren conocer a nadie.
Tal vez tú eres la persona que Dios quiere usar para ablandar el corazón de alguien y mostrarle cuan maravilloso es el amor de Dios. Sé un siervo de Dios hoy y arranca lo áspero que hay en aquellos que te rodean. Permite que conozcan la dulzura que Dios quiere poner en sus vidas.

Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

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