martes, 12 de junio de 2012

LEVÁNTATE AUNQUE SEA DE NOCHE


Entonces él, despertando, tomó de noche tomó al niño y a su madre y se fue a Egipto. (Mateo 2:14).

Muchas veces he tenido que cambiar de domicilio debido, primero, al trabajo de mi padre, y después, al de mi esposo.  He vivido en doce ciudad diferentes y me he mudado más de veinte veces. Vivir en diferentes regiones ocasiona algunos trastornos, especialmente cuando se es niño, ya que la familia tiene que adaptarse a ambientes distintos.
En mi caso, ni uno solo de aquellos cambios fue motivado por problemas, amenazas o peligros. Sin embardo, al recordar aquellos cambios me viene a la mente José, quien tuvo que huir con María porque su hijo corría peligro de muerte. No le importó la hora en que habría de iniciar su viaje. En su caso fue primordial obedecer la orden de Dios así como proteger a su familia.
Muchas veces Dios cambia nuestros planes porque conoce el futuro y se propone librarnos o evitarnos algún peligro. Sin embargo, algunas de nosotras rechazamos esa protección, afirmando que Dios no contesta nuestras oraciones como desearíamos. José confió plena y totalmente en Dios al obedecer las instrucciones recibidas. No comenzó a quejarse o a lamentarse. Ni siquiera cuestionó a Dios; sencillamente obedeció sin reparos. Su actuación fue una muestra de fe.
Recuerdo a un hermano que lloraba amargamente porque sus hijos habían abandonado la iglesia. Decía: «Es culpa mía, porque nunca me levanté de noche a orar por ellos». A José no le importó la hora en que tuvo que levantarse con el fin de proteger a su familia, y permaneció en Egipto hasta que le fue indicado que podía regresa a Nazaret. De la misma forma te invito a que te levantes y ores por tus hijos. Levántate como José y acude al Señor.  Entonces gozarás de paz y de la tranquilidad que siempre has deseado tener.
Hermana, si un cambio en nuestra vida cristiana nos trae felicidad y paz, ¡imagínate lo que experimentaremos en esa mudanza a la Tierra Nueva! ¡Levántate, no importa que sea de noche!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Elizabeth Suárez de Aragón 

No hay comentarios:

Publicar un comentario