domingo, 22 de julio de 2012

LA NATURALEZA NOS HABLA


Después dijo Dios: «Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra». Y fue así (Génesis 1:11).

¿Te has observado con detenimiento las flores silvestres? Aunque muchas son pequeñitas no les falta nada: poseen pétalos, corolas, sépalos; en fin, son una verdadera maravilla. Por lo general, al caminar en medio de la naturaleza, vamos pisando muchas florecillas sin que les prestemos mayor atención, o les concedamos la más mínima importancia. Estamos tan absortas en otras cosas que se nos escapa admirar la belleza.
Un día estaba compartiendo el mensaje del evangelio con una amiga. Le hablaba del gran amor que Dios tiene hacia sus criaturas. De repente entró a la sala donde nos encontrábamos su hermana, que era una jovencita de unos 15 años. Comenzó a burlarse de nosotras y nos trató de ignorantes:
—Yo no creo en esas tonterías que están diciendo.
—¿En qué crees, entonces?
—Yo creo en la evolución, no en esa creación de la que estás hablando.
Yo sabía que su familia respetaba a Dios, así que respondí:
—¿Tú amas a Dios?
—Sí, yo lo amo.
—Pues si amas a Dios tienes que creer que el mundo fue creado por él. La Santa Biblia dice: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Gen. 1:1).
—¡Eso ha sido escrito por los hombres! Por lo tanto no me lo harás creer.
—Los libros de ciencia que estás estudiando, ¿puedes decirme por quiénes han sido escritos? ¿Acaso no han sido hombres?
—¡Sí claro! —respondió.
—Y a pesar de ello tú crees en la ciencia ¿verdad? ¡Pues cuánta más razón hay para creer en la Biblia! Escucha lo que dice este pasaje: «Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia» (2 Tim. 3:16).
Quedó pensativa, su rostro había cambiado de expresión y ya no estaba tan segura de sí misma. Me vino a la mente aquel versículo: «La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos» (Heb. 4:12).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Rosita Val

No hay comentarios:

Publicar un comentario