sábado, 21 de julio de 2012

UNA GRAN OPORTUNIDAD


Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación (Santiago 1:17).

Dios es la fuente de toda dádiva que recibimos, por lo que debemos administrarlas con inteligencia, con humildad, con gratitud y con gozo. Él es dueño de todos nuestros recursos; nosotros únicamente somos sus administradores. Hemos de ser conscientes de que nuestras decisiones producirán resultados, ya sean buenos o malos, por lo que todas ellas deberían ser moldeadas por la fe en la inminencia de la segunda venida de Cristo. Entre tanto, Dios desea que vivamos felices a la vez que administramos adecuadamente sus recursos.
El cristiano debe vivir contento con lo que posee, porque sabe que Dios nunca lo abandonará. Su felicidad es genuina al saberse depositario de los afectos de Dios, en quien «no hay mudanza ni sombra de variación» (Sant. 1:17). Al conocer el origen y la fuente de todos los recursos que posee, el creyente puede agradecer el privilegio de ser un administrador o mayordomo de Dios.
El Señor nos otorga el derecho de utilizar los recursos que él mismo creó y dispuso para nuestro beneficio. Es nuestro deber actuar con responsabilidad, tomando en cuenta lo transitorio de las cosas materiales. Al mismo tiempo debemos cultivar la lealtad y el contentamiento, así como la fidelidad. El mundo está lleno de personas insensibles que desprecian los valores más trascendentales de la vida. Sin embargo, en los momentos de crisis, aquellos que erigen en un pedestal a su propio yo se verán obligados a comprobar lo frágil que son los tesoros terrenales.
En nuestra sociedad con el Señor, el diezmo no será una ofrenda obligatoria, sino una expresión del reconocimiento de su soberanía. Dios es el Creador, proveedor y  dueño de todo lo que poseemos; aceptemos pues con gozo y sencillez la oportunidad que se nos brinda de servir a los demás mediante los recursos que administramos.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Coraduma Escobar de Villarreal

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