miércoles, 8 de agosto de 2012

EL SECRETO DE LOS GRANDES


Las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18.

Piensa por un momento en los héroes de la Biblia: Abraham, José, Moisés, David, Daniel, Elías, Ester, Pablo... En tu opinión, ¿qué factores contribuyeron a hacer de ellos héroes y heroínas de la fe? Por cierto, fueron varios, pero hay uno sin el cual nunca habrían llegado a ser lo que fueron. Veamos.
Israel estaba en guerra con Siria en lo que parecía ser un conflicto más, pero no lo era. Y no lo era porque los israelitas se enteraban de todos los ataques que Ben-adad, el rey de Siria, planificaba contrasellos. ¿Qué estaba pasando? Dios le revelaba al profeta Elíseo todos los movimientos estratégicos de Siria, y Elíseo se los comunicaba al rey de Israel (ver 2 Rey. 6:11-13).
Cuando Ben-adad supo lo que estaba ocurriendo, ordenó capturar a Elíseo. Lo curioso es que, para lograrlo, envió «un destacamento de caballería, y carros de combate, y mucha infantería» (vers. 14). ¡Para capturar a un solo hombre!
Aprovechando la noche, los soldados sirios rodearon la ciudad. En la mañana, el joven siervo del profeta salió de la casa. Cuando el muchacho vio al ejército enemigo que rodeaba la ciudad, casi sufrió un ataque al corazón. Aterrorizado, informó a Elíseo: «¿Y ahora, maestro, ¿qué vamos a hacer?» (vers. 15). Su sorpresa tiene que haber sido mayúscula cuando Elíseo le respondió: «No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos» (vers. 16).
Y para que el muchacho pudiera entender, el profeta oró: «Te ruego, Señor, que abras sus ojos para que vea». ¿Qué vio el joven cuando sus ojos fueron abiertos? Vio que la montaña estaba «llena de caballería y de carros de fuego alrededor de Elíseo» (vers. 17). ¡Nada menos que un ejército de ángeles enviado por Dios para proteger a uno de sus hijos!
¿Cuál es entonces ese factor que todos los héroes de la fe tuvieron en común? Al igual que Elíseo, todos ellos vieron lo que no se ve: un amante Padre celestial que está cerca de sus hijos especialmente cuando más lo necesitan.
Hoy poderosos ángeles caminarán contigo. No pierdas de vista a Dios, porque él no te perderá de vista a ti.
Señor, abre mis ojos para ver las cosas que no se ven.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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