domingo, 16 de septiembre de 2012

LIBRES EN JESÚS


Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud. (Gálatas 5:1).

«El mes de la patria», de esta forma es conocido el mes de septiembre en todo México. Para la ocasión las calles, los edificios y las casas se visten de verde, blanco y rojo, los colores de la bandera mexicana, para celebrar la independencia del país. El sacerdote Miguel Hidalgo fue quien, con su ejemplo y con su voz, estimuló al pueblo para que luchara por su libertad e independencia. El llamado a la libertad, a liberarse del yugo de la dominación española, lo dio aquel fogoso cura un mes de septiembre del año 1810.
Así como la historia universal está plagada de luchas y de conflictos entre naciones, de igual forma existe una gran lucha entre Cristo y Satanás a causa de la esclavitud del pecado y del mal que sufren los seres humanos. Nuestro enemigo, el diablo, se apoderó de este mundo cuando logró que nos convirtiéramos en esclavos del pecado. Pero Dios, en su infinito amor, preparó un plan para salvar a la humanidad. Dicho plan requería la presencia o figura de un libertador, de alguien capaz de obtener la libertad de todos los cautivos del pecado. El nombre de ese libertador es Jesús. Él fue quien rompió las cadenas, quien derramó su sangre en la cruz del Calvario por amor a todos nosotros, para que pudiéramos gozar de una libertad real y eterna.
Nuestra liberación la conmemoramos al celebrar el rito de la Santa Cena. Lo hacemos con recogimiento y con devoción, no con desfiles, con marchas ni con trompetas. Nuestra independencia finalmente se concretará cuando Jesús se manifieste en las nubes de los cielos para llevarnos a una patria nueva, a una tierra donde no habrá más guerras, muerte ni dolor.
Amiga, si anhelas la libertad; si quieres ser del todo libre, recuerda que Jesús ya pagó el precio de tu salvación. Jesús te ama eternamente, y si hoy decides darle el control de tu vida, podrás comenzar a vivir en él la ver-dadera libertad.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Vanesa Méndez

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