miércoles, 10 de octubre de 2012

AGUA PEGAJOSA


«Cuando lo vieron andar sobre el agua, pensaron que era un fantasma, y gritaron» (Marcos 6:49).

¿Andar sobre el agua? La verdad es que no me atrevería a hacerlo. A pesar de que nosotros no podemos caminar sobre el agua, conozco a alguien, o mejor dicho, a un insecto, que sí puede. Se le conoce como «patinador de agua» porque puede pararse y deslizarse sobre la superficie del agua. ¿Cómo lo hace? Gracias a algo que se llama tensión superficial.
El agua está compuesta de unas pequeñas partículas llamadas moléculas, que pueden juntarse en la superficie. Sobre ellas es precisamente que se para este insecto. Nosotros obviamente somos demasiado pesados para caminar sobre la superficie del agua. Aun que todas las moléculas se juntaran mucho, igualmente las romperíamos.
Cuando Jesús caminó ese día sobre el agua, él no usó la tensión superficial del lago, sino que hizo un milagro. Él es el Creador del agua y su Padre desde el cielo le dio el poder de traspasar las leyes de la naturaleza.
¡Qué Dios tan poderoso tenemos! ¿Sabías que aún hoy él puede hacer milagros? El puede hacer que ocurra lo imposible. Tal vez no sea lo que esperamos pero sí puedes estar seguro de algo: él te sostendrá y no dejará que te ahogues.

Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

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