miércoles, 10 de abril de 2013

APROVECHA EL TIEMPO

Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riqueza (Proverbios 10:4).

¿Alguna vez has escuchado el dicho que reza: «Mente ociosa, taller de Satanás»? Creo que es más cierto de lo que imaginamos. Es muy frustrante observar a cientos de jóvenes que pierden el tiempo. Puedes verlos sentados en las aceras mirando pasar los vehículos, o muy entretenidos con un videojuego, o pasando horas en páginas improductivas de Internet. La cuestión es que la ociosidad no es inofensiva, al contrario, es una verdadera bomba de tiempo.
Los momentos de ocio son los favoritos de Satanás para atacar con más fuerza. Entonces bajamos la guardia y somos más vulnerables. Si supieras cuántas desgracias han ocurrido en este mundo en el lamentable contexto de la ociosidad.
La ociosidad nunca viene sola. Tiene compañeros indeseables que arruinan la vida de cualquier persona, especialmente los jóvenes. Elena G. de White describe el caldo de cultivo para meterte en graves problemas: «La ociosidad, la falta de ideales, las malas compañías, pueden ser las causas que predisponen a la intemperancia» (La educación, cap. 22, p. 184). El consumo de alcohol, tabaco y drogas ocurre justamente en medio de estos espacios de desocupación. Ahí también puedes agregar la pornografía, la delincuencia, la pereza. De ahí que la ociosidad sea considerada como un pecado (Mente, carácter y personalidad, t. 1, cap. 14, p. 125).
La mente humana tiene que estar activa, siempre aprendiendo y tratando de ejecutar nuevos proyectos. Eso te traerá buen ánimo, optimismo y espíritu de servicio. En cambio, la ociosidad te hundirá en la depresión, el pesimismo y la desesperanza, además de mantenerte de mal humor en todo momento. ¿Te imaginas? ¡Te volverás insoportable! En realidad, es muy poco el tiempo que pasaremos por este mundo. ¡Por lo tanto, hay que aprovecharlo al máximo! No te puedes permitir el lujo de derrocharlo.
El versículo de esta mañana también vincula la ociosidad con la pobreza. A mí me llama la atención que haya tanta gente de escasos recursos que reclama oportunidades. ¿Pero hasta dónde podemos decir que son víctimas de su propia ociosidad? Tienes que hacer que las cosas sucedan. Y ahora que eres joven es cuando se pueden adquirir los hábitos de laboriosidad que más adelante te van a ayudar a triunfar en la vida.
Te invito a que adquieras hábitos de laboriosidad en tu vida: levántate temprano, arregla tu cama, haz ejercicio, asea tu habitación, cumple con tus tareas escolares, lee un libro. Además, puedes aprender algún oficio que te será muy útil en el futuro. No olvides que Dios nos juzgará especialmente por la manera como usemos el tiempo durante nuestra vida.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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