jueves, 18 de abril de 2013

CONTRA VIENTO Y MAREA

Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono (Apocalipsis 3:21).

Llegar a la cumbre de una montaña siempre supone esfuerzos, sacrificios y muy buena condición física; pero en algunos casos requiere de verdaderos milagros. Eso fue lo que le ocurrió a Sean Swarner, un hombre que en dos ocasiones sobrevivió al cáncer. Salió del hospital, y casi podríamos decir de la tumba, para mostrarle al mundo que para Dios no hay nada imposible.
Existen muchas razones para seguir sentado en el sillón y evitar la fatiga de luchar para alcanzar nuestras metas, si es que las tenemos. ¿Cuáles son esos objetivos? ¿Correr cinco kilómetros antes de ir a la escuela? ¿Obtener mejores calificaciones? ¿Obtener una beca para estudiar en el extranjero? ¿Bajar de peso? ¿Leer la Biblia? ¿Tener más amigos? Pues, no importa cuál sea la razón, Sean Swarner demuestra que puedes vencerla. Porque él ha vencido todos los obstáculos y ha ignorado todas las excusas.
Sean ha escalado las montañas más altas de todos los continentes. Ha escalado, nada más y nada menos, que el Everest, la montaña más alta del mundo. Por supuesto, en su lista está el Aconcagua, la montaña más alta del continente americano.
También ha completado el famoso triatlón Iron Man (hombre de acero), que consiste en correr un maratón (42.95 km), nadar 3.86 km y correr 180.25 km en bicicleta, sin pausas y sin escalas. Durante todo el año viaja por todo el mundo con el propósito de servir como modelo e inspiración para los sobrevivientes de cáncer.
Su historia es emocionante y asombrosa. Swarner pasó veinte años de su vida en hospitales; le envenenaron el cuerpo con quimioterapia muchas veces y le dijeron dos veces que solo le quedaban dos semanas de vida. Después de todo eso, Swarner, que tiene 36 años, y a quien solo le funciona bien un pulmón, sigue demostrando ante todo el mundo, que todos los obstáculos se pueden vencer.
Hace poco dijo: «No creo que ningún desafío sea demasiado grande. Quiero que la gente siga luchando para convertir en realidad sus sueños por causa de lo que yo he hecho».
Sentarse con Cristo en su trono es un objetivo muy elevado. Pero Jesús nos mostró que es posible. Lucha por la fe para vencer todos los obstáculos que se te opongan. ¡No te detengas! Lo importante es avanzar día a día. Pide hoy al Señor que te ayude a hacerlo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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