viernes, 12 de julio de 2013

COMPARTIR A JESÚS


Habiendo comido, recobró las fuerzas. Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios (Hechos 9:19, 20).

Saulo de Tarso era un hombre profundamente religioso y celoso de su fe. Un día, mientras se dirigía a Damasco, tuvo un espectacular encuentro con Jesús. Nunca volvió a ser el mismo después de aquella experiencia. Poco a poco fue descubriendo las bondades del sacrificio de Jesús y la multiforme gracia de Dios. Así fue como se convirtió en el apóstol Pablo, una persona que decidió dedicar su vida a proclamar las buenas nuevas de salvación a todo el mundo. Simplemente, no podía guardarse para sí mismo un mensaje que podía cambiar la vida de mucha gente.
¿Alguna vez has compartido una buena noticia con tus amigos? Seguro que sí. Cuando obtienes buenas calificaciones o tu equipo gana un partido clave, lo más normal es que des la noticia a varias personas. Y es que las buenas noticias son precisamente para disfrutarlas con los demás.
Quiero decirte que hablar de Jesús con tus amigos es precisamente eso: dar una buena noticia. ¡Jesús es el Hijo de Dios! Esta verdad tiene muchísimo significado. Además, si has tenido un encuentro personal con el Señor, equivalente al que tuvo el apóstol Pablo, será difícil que permanezcas callado. La presencia de Jesús en la vida de un joven conlleva soluciones a los problemas, oportunidades de desarrollo, así como una sólida amistad que diluye las confusiones de la existencia. ¡Eso quiere decir que no puedes dejar de esparcir la gran noticia!
Lo más interesante es que esta noticia extraordinaria se puede transmitir de muchas maneras. Por ejemplo, están los métodos tradicionales, como hablar con tus amigos sobre las interesantes verdades del evangelio, orar con ellos o invitarlos a estudiar la Biblia. Pero en la actualidad también existen algunos métodos que nos ha traído la tecnología, como enviar un mensaje con tu teléfono móvil, insertando un breve texto en tu muro de Facebook o en Twitter, elaborando un breve video para luego subirlo a Youtube. En realidad, hay muchas maneras de llevar este mensaje a los demás.
Finalmente, ¿te has preguntado por qué Dios insiste en que te integres a los heraldos del mensaje de salvación? Porque la testificación es una forma de convivir con Jesús y experimentar su poder en nuestras vidas. Compartir a Jesús cambiará tu propia vida y te ayudará a entender nuevas facetas del amor de Dios.
Hoy, decide compartir a Jesús con alguien más. Él se encargará del resto.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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