sábado, 4 de enero de 2014

HAYA LUMBRERAS

“Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión del cielo para separar el día de la noche, y sirvan de señales para marcar las estaciones, los días y los años” (Gén. 1:14).

Es el cuarto día de la Creación, cuando Dios nos dio la luz del sol que sustenta la vida; cuando nos dio la luz de la luna, para que ilumine nuestra senda por la noche.
Cierta noche, Napoleón navegaba por el Mediterráneo, con una compañía de sus fuerzas armadas. Mientras se paseaba por la cubierta, sus oficiales, incrédulos, discutían acerca de la existencia de Dios. Napoléon interrumpió repentinamente su discusión, con esta declaración: “Todo eso está muy bien, caballeros. Pero, díganme, entonces, ¿quién hizo todas esas estrellas?”
El sol, la luna y las estrellas, tal vez, son la representación más poderosa e indiscutible del poder creador y sustentador de Dios.
“Y Dios las puso en la expansión del cielo, para alumbrar la tierra, para regir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno” (Gén. 1:17-19).

Tomado LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
¡BUSQUEÑOS JUNTOS!
Por: Santiago y Priscila Tucker

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