miércoles, 1 de enero de 2014

¡MÍRATE!

«Porque la palabra de Dios tiene vida y poder» (Hebreos 4: 12).

¡Mira este espejo! ¿Ves todas esas manchas? ¿Qué pasa si pasamos la mano por el espejo? ¡Se mancha más!
Mirémonos ahora en el espejo. ¿A quién ves? ¿Tienes la cara limpia? ¿Estás bien peinado(a)? El espejo sirve para saber cómo nos vemos. El espejo sirve para que nos miremos en él, pero si el espejo está sucio, nosotros también nos veremos sucios.
[Muéstrele una Biblia.] ¿Sabes qué es esto? ¡Es una Biblia!
Hay diferentes maneras de mirar la Biblia. Podemos mirar la Biblia por fuera, y ver solo un libro, así como miramos el espejo y vimos solo las manchas. O podemos mirar la Biblia por dentro y aprender cómo Dios nos ama y nos ayuda. La Biblia es como un espejo bien limpio que nos permite ver cómo somos por dentro.
Quiero mirar adentro de la Biblia para aprender más de Dios. ¿Te gustaría hacerlo conmigo? ¡Y quiero limpiar este espejo sucio para verme bien! ¿Me ayudas? [El niño rocía el espejo con el líquido limpiador y lo seca con papel o un pañito.]
QUERIDO JESÚS, GRACIAS POR LA BIBLIA. AMÉN.

Tomado de MEDITACIONES MATINALES PARA NIÑOS PEQUEÑOS
¿QUÉ DICE JESÚS?
Por: Rosanne C. Tetz

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