viernes, 3 de enero de 2014

VAMOS POR EL ORO

No teman. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha dado ese tesoro.  Génesis 43: 23, NBLH.

Existe más de una manera de obtener el oro. Imagina que estás curioseando en el ático de la casa de tus abuelos. El sol se filtra a través de las partículas de polvo mientras empujas hacia un lado el antiguo baúl de tu tatarabuelo.
Has visto ese baúl tantas veces, que sabes de memoria su contenido: un uniforme de tu abuelo, unos cuantos libros viejos, y cartas de un color amarillento.
En el lugar donde estaba el baúl antes de moverlo hay una hebra de lana roja que sobresale de las tablas de madera del suelo. Cuando la halas te das cuenta de que una de las tablas está floja. La levantas y debajo hallas una vieja sudadera de cuadritos rojos y negros, comida por las polillas. En el bolsillo de la sudadera encuentras un pequeño libro con tapas de cuero que resulta ser el diario de tu tatarabuelo.
Entre la tapa y la primera página del diario hay una hoja de papel doblada y amarillenta. La abres cuidadosamente y resulta ser ¡el mapa del tesoro escondido de tu tatarabuelo! En una esquina del mapa hay una casita dibujada.
Al verla, reconoces que es el viejo cobertizo que está en un rincón de la propiedad, colindante con el bosque. En la otra esquina hay otro dibujo que parecen ser unos peñones. Tú recuerdas haberte subido a ellos con tus primos el verano anterior. En la base de las piedras hay una X roja dibujada. Tus manos tiemblan de la emoción.
¿Será verdad? ¿Realmente habrá escondido el tatarabuelo su fortuna antes de morir? ¿Habrá en ese lugar un cofre lleno de oro, monedas de plata y valiosas joyas?
Este año, tú y yo vamos por el oro. En algunos casos, como en los Juegos Olímpicos, el oro hay que ganarlo. En otros, como en el caso del oro del tatarabuelo, está escondido esperando que lo encuentres. La Biblia es una guía de entrenamiento para ganadores, y un mapa para los buscadores de tesoros.
Como mapa, nos llevará hacia los tesoros de la sabiduría y la verdad. Como guía de entrenamiento, nos ayudará a traer a nuestra casa el tesoro del cielo. De cualquier manera que la utilices, como guía de entrenamiento o como mapa, siempre saldrás ganando. Y es que Jesús es oro puro.
TOMADO DE LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN LA CIMA
POR: KAY D. RIZZO

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