martes, 16 de febrero de 2016

NO DESESPERES DE NADA; ESPÉRALO TODO

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a alguien que sabe adónde va. Antoine de Saint Exupéry

En plena crisis económica, una mujer en busca de empleo se presentaba a una entrevista tras otra, con la esperanza de que por fin cambiara su suerte. Lamentablemente, no fue así. Decidió contactar con una empresa para entrar en su prestigioso programa de formación, y así al menos invertir su tiempo en algo que tal vez le ayudaría a conseguir trabajo en el futuro. La persona que la atendió, abrumada por la sobrecarga de solicitudes, le dijo: “Ahora es imposible darle una plaza. Por favor, regrese dentro de diez años”. La mujer contestó: “¿Por la mañana o por la tarde?’
Vivimos tiempos difíciles… Esta es la época anunciada por Jesús: “En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se odiarán y se traicionarán unos a otros.
Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente. Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás” (Mat. 24:10-12).
¿Te suena familiar? Jesús nos avanzó lo que vendría para que, cuando llegara, tuviéramos confianza. Y en ese avance de los días difíciles del fin del mundo, Jesús resaltó el valor y el poder de la determinación: “Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará” (Mat. 24:13).
Determinación, perseverancia, resolución, firmeza… es lo que Dios nos pide que ejerzamos en estos momentos decisivos, así como las ejerció Jesús durante su vida en esta tierra: “Cristo no desmayó ni se desalentó, y sus seguidores han de manifestar una fe de la misma naturaleza perdurable. Han de vivir como él vivió y obrar como él obró, porque dependen de él como el gran artífice y Maestro. Deben poseer valor, energía y perseverancia. Aunque obstruyan su camino imposibilidades aparentes, por su gracia han de seguir adelante. […] No han de desesperar de nada, sino esperarlo todo” (El Deseado de todas las gentes, cap. 73, pp. 648, 649).
Puede que a tu vida lleguen el desempleo, la traición, la falta de amor, o simplemente personas malvadas; cuando suceda, recuerda mantenerte firme en la fe, sabiendo que Dios te acompañará en todo momento. Y si alguien te dice que vuelvas dentro de diez años, dile sin dudar: “¿Por la mañana o por la tarde?” Mantén la perseverancia ante las circunstancias adversas.

“El que siga firme hasta el fin, se salvará” (Mat. 24:13).

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
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